La política de integración sudamericana continúa dando ejemplos de la armoniosa unificación para contrarrestar las asimetrías en el territorio.
Esta reformulación se debe en gran parte a la irrupción en el plano político regional de los ex presidentes Néstor Kirchner, Hugo Chavez y Luiz Inácio “Lula” da Silva, quienes supieron combinar todas las herramientas para retomar y profundizar el proceso de unión de Sudamérica. En ese nuevo proceso Venezuela logró ser aceptado como Estado Parte y así se convirtió en el primer miembro no fundador del bloque.
Las negociaciones por aceptar nuevos Estados Parte continuó, y así, el 21 de diciembre de 2006 el Presidente Evo Morales presentó una nota a la Presidencia Pro Tempore del MERCOSUR donde manifestaba su plena disposición de realizar todos los trabajos correspondientes que permitieran la incorporación de su país. Consecuentemente, el 7 de diciembre del 2012 se firmó el Protocolo de Adhesión del Estado Plurinacional de Bolivia al Mercosur, donde se reafirmó la importancia que conlleva la adhesión de Bolivia al Mercado Común del Sur por su contribución a la consolidación del proceso de integración de Sudamérica y promoción del desarrollo integral de las partes.
A partir de la fecha de entrada de vigencia del Protocolo, Bolivia adquirió la condición de Estado Parte, en proceso de adhesión, con derecho a voz, pero todavía sin voto, comprometiéndose a un plazo de 4 años para adoptar gradualmente el acervo normativo vigente, la Nomenclatura Común (100NCM), el Arancel Externo Común (100AEC) y el Régimen de Origen del MERCOSUR. Todas estas adaptaciones fueron supervisadas y fijadas con un cronograma por el Grupo de Trabajo. Este documento se efectivizará cuando sea ratificado por los parlamentos de cada país que integran el bloque regional.
El impacto que genera la incorporación de un sexto miembro al bloque regional del sur es amplio desde la perspectiva de la integración. En ningún momento ninguno de sus miembros mostró reticencia a la nueva adhesión que se daba curso, puesto que todos reconocen los beneficios que implica expandir las fronteras del bloque regional y dar respuesta al imperialismo y a los bloques económicos hegemónicos que muestran permanentemente instrumentos para desarticular este fuerte proceso integracionista.
Bolivia tiene el 72% de sus fronteras con el MERCOSUR; 1,2 millones de bolivianos viven en los países que conforman el bloque; la unidad regional económica es destino del 55% de las ventas de Bolivia al exterior, en particular el gas que consumen Brasil y Argentina, y el ingreso del futuro miembro consolida la salida al Océano Atlántico a través de la hidrovía de los ríos Paraguay-Paraná y Río de la Plata (100recordemos que Bolivia en el siglo XIX sufrió tres guerras, donde quedó despojada de salida al mar, por lo que su ingreso al MERCOSUR le brindará presencia física, estructural y económica en el bloque).
Todo conduce a que a partir de junio – julio del 2015 Bolivia sea miembro pleno del Mercado Común del Sur lo que le abrirá plenamente nuevas oportunidades y ventajas comerciales que antes no tenía desde la condición de país asociado.
El próximo candidato a ser miembro pleno es Ecuador, quien tiene la condición de miembro asociado y desde el MERCOSUR se le realizo una invitación formal para sumarse al bloque. El inconveniente, que manifiesta su Presidente Rafael Correa, es su situación económica monetaria, ya que es un país sin moneda nacional, lo que es un problema para eludir potenciales problemas de balanza de pagos. La propuesta se encuentra baja riguroso análisis de gobierno ecuatoriano, para poder tomar una decisión definitiva a la propuesta del MERCOSUR.
Ramón Estrada
Lic. en Relaciones Internacionales y Egresado de la Escuela de Dirigentes de Gestar 2015.