El Instituto Gestar entrevistó al especialista en vivienda e infraestructura urbana, Inti Alpert. El especialista realizó un diagnóstico sobre la situación de la vivienda en Argentina, expuso sus causas y propuso qué pueden hacer los municipios para revertir el déficit habitacional que sufren millones de familias desde hace décadas.
El diagnóstico habitacional en la Argentina y sus causas
La mitad de la población no tiene una casa propia, amplia y linda ubicada en un buen barrio. Un cuarto de la misma directamente vive en la exclusión urbana, en un asentamiento.
El rol de los municipios en la urbanización
Hay unos 500 municipios en donde la problemática de la vivienda, la infraestructura, la urbanización y el empleo van de la mano y están agudizadas. Un municipio no puede esperar a venir ver al ministerio del interior de la nación para poder conseguir el financiamiento para un plan de viviendas.
El fideicomiso de urbanización social
La creación de un fideicomiso para la construcción de las viviendas puede ser una herramienta muy potente, probada, que genere trabajo y que resuelva el problema de la vivienda en la Argentina.
Viviendas industrializadas al costo ¿de qué se trata?
Hoy nos encontramos ante una crisis de empleo y hay una porción de la población que no está calificada para generar valor. Por otro lado aproximadamente un millón de familias asalariadas piden por favor poder comprar una casa a crédito. Eso representa una oportunidad productiva para cualquier municipio o provincia.
Los beneficios de la vivienda industrial y la densificación
Un buen barrio tiene una escuela, una profesora de piano, un taller mecánico, un salón de fiestas y comercios. Además necesita policía, hospital o salita y recolección de residuos. Para que todo eso exista se necesita tener densidad: pisos en altura y lleno de gente.
Experiencias exitosas de fideicomisos de urbanización social
En Argentina hay experiencias exitosas parciales. A nivel internacional, Alemania es el país que tiene mejor resuelto el acceso a la calidad urbana con una política de mercado social. Holanda y Bélgica es donde nace este modelo y en los países nórdicos la protección social del Estado es tan alta que les permite a todos acceder a la calidad urbana.