El 16 de junio recordamos una fecha trágica, que para el peronismo fue siempre una jornada de luto y de lucha. Se cumplen hoy, 62 años del día en que la Plaza de Mayo se convirtió en un escenario sangriento. A las 12.30 de de esa mañana en que el cielo estaba encapotado, aviones de la Aviación Naval de la Armada Argentina y de la Fuerza Aérea comenzaron a lanzar toneladas de explosivos sobre la Plaza de Mayo y otros puntos de la Capital, con el objetivo de matar al presidente Juan Domingo Perón. El ataque, se extendería hasta casi las seis de la tarde, dejando un saldo de destrucción y muerte que los argentinos nunca habían vivido.
El criminal ataque, dirigido por el vicealmirante Benjamín Gargiulo y los contraalmirantes Samuel Toranzo Calderón y Aníbal Olivieri, siguiendo el plan golpista que gestaban el contraalmirante Isaac Rojas y el capitán de fragata Francisco Manrique, dejo el trágico saldo de 380 muertos, más dos mil personas heridas, muchas mutiladas y un pueblo que ya no volvería a ser el mismo. De ese total, sólo 44 eran militares. La mayoría de los muertos y de los heridos estuvo integrada por población civil, desarmada, que caminaba por el lugar. Hombres, mujeres y niños perdieron la vida, fueron asesinados, en una aventura de unos pocos.
[Arriba] Imagen de los muertos tras el bombardeo a una población civil indefensa. [Abajo] Fotografía que alcanza a retratar a una mujer que perdió su pierna tras el cobarde acto.
Nadie imaginaba que la oposición al gobierno del Presidente Perón, intentaría un golpe llevando a cabo uno de las acciones más oprobiosas de nuestra historia, sin antecedentes en la historia de América Latina.
Esta tremenda masacre fue silenciada a lo largo de muchos años por parte de los representantes de la historia oficial. La represión historiográfica contribuyó a que los muertos, los mutilados y los heridos fueran invisibles, a que no se conocieran sus nombres y apellidos, a que se minimizaran los asesinatos a mansalva de población civil.
Video con la síntesis de los acontecimientos según la versión de Leonardo Favio, extraído de la película Sinfonía de un sentimiento.
El Bombardeo a Plaza de Mayo fue la forma pública y explícita que encontraron los grupos opositores, políticos y militares, de sembrar el escarmiento y el terror en los sectores populares que apoyaban al gobierno peronista. Fue el anuncio del golpe de Estado que se concretaría exactamente tres meses después, el 16 de septiembre de 1955.
Esta masacre fue el inicio de todas las expresiones posteriores del terrorismo de Estado en la Argentina. Incluso, los jóvenes homicidas de aquel junio sangriento fueron jefes en los golpes de Estado que asolaron el país posteriormente, incluyendo el más feroz de todos, el del 24 de marzo de 1976.
“Estas fuerzas no están aliadas contra un hombre; lo están contra un pueblo, al que niegan el derecho de elegir su propio destino y su propio conductor. Reniegan de la Argentina nueva, la de las conquistas sociales, económicas y políticas, la de los principios de justicia y de la soberanía inmaculada, para intentar retrotraernos a la vieja factoría colonial de los estancieros explotadores, de los comerciantes ávidos, de los acaparadores habilidosos, de las ganancias exorbitantes, de los salarios de hambre, de los gerentes extranjeros y de los traidores nativos” (100John William Cooke, diputado nacional peronista, en declaraciones al diario La Prensa, el 1º de setiembre de 1955).
Video con la versión de los gorilas del bombardeo.
Se necesitaron 50 años para que las víctimas fueran reconocidas como tales y que el Estado asumiera su responsabilidad emergente por la actuación de parte de sus Fuerzas Armadas en contra de su pueblo.
Recién el 16 de junio de 2005, se realizó un reconocimiento a las víctimas del Bombardeo y sus familiares. El 25 de noviembre de 2009 se sancionó la Ley Nº 26.564 de reparación a las víctimas.
Los sectores políticos que participaron de la masacre nunca fueron juzgados como autores intelectuales y partícipes del homicidio de su pueblo.
Documento perteneciente al golpista Isaac Francisco Rojas donde se detalla una síntesis de los acontecimientos desarrollados durante la jornada del 16 de junio de 1955, en la Casa Rosada. El archivo fue hallado en 2012.