Durante el primer semestre del año pasado la recaudación creció un 33,2% y en 2010 en 31,2%. En el período 2003-2012, los principales picos fueron en 2003, 2004 y 2008, con un crecimiento de 54,1; 43,8 y 38,2%, respectivamente. La caída más prominente se registró de 2008 a 2009, dónde sólo se creció 11,3%, mientras que en el año 2006 tuvo un crecimiento del 23,3%.
Del total recaudado en lo que va del 2012, los tres grandes rubros crecieron del siguiente modo: IVA e Impuesto a las Ganancias 23,3%; Seguridad Social 31,7% y Recursos Aduaneros 20,5%. Mientras que las exportaciones tuvieron una caída en mayo y junio, consecuencia del menor nivel de actividad en Brasil y en la Unión Europea, las importaciones tuvieron un impacto aún mayor debido a las políticas de protección del mercado interno llevadas a cabo este año con mayor vigor que en años anteriores.
Por otro lado, los recursos de la seguridad social (100aportes y contribuciones sobre la nómina) vienen creciendo sostenidamente gracias a los aumentos salariales pactados en todos los sectores económicos durante el primer semestre, lo cual generará indudablemente un impulso en el mercado interno hacia el segundo semestre. El componente impositivo por otro lado, creció impulsado tanto por el IVA (10023,3%) como por el Impuesto a las Ganancias (10019,5%).
Es interesante destacar como viene creciendo la importancia de este último impuesto en la recaudación tributaria. En el primer semestre, lo recaudado por el impuesto más progresivo que tiene la estructura tributaria argentina, representó un 20% de la recaudación total, un 50% superior al promedio de la década de los 90’, cuando estuvo en valores cercanos al 13%.
La relación inversa lo tiene el peso del IVA sobre la recaudación total, que es por lejos el impuesto más regresivo, en el primer semestre del año 2012 representó el 25% del total mientras que en los mejores años de la década del 90’, representaba el 40% de la recaudación total. Indudablemente, gracias al peso de los derechos aduaneros, a la recomposición de las contribuciones a la seguridad social y fundamentalmente gracias a la creciente importancia del impuesto a las ganancias, el sistema impositivo hoy a crecido en importancia, con niveles de recaudación que año a año rompen récords y a la vez se ha vuelto un sistema más progresivo.
En la década del 90’, la recaudación del IVA era 3 veces mayor que la recaudación del Impuesto a las Ganancias, mientras que hoy representa sólo un 35% más.
Por este motivo, cuando se plantean reformas tributarias utópicas, que intentan reemplazar el IVA por mayores alícuotas del Impuesto a las Ganancias, reducir los aportes a la seguridad social y que esos recursos lo generen las “grandes empresas” o “el sector financiero”, o cuando se plantea que los recursos aduaneros (100especialmente las retenciones a las exportaciones) son un impuesto distorsivo, lo que se intenta es frenar un avance claro, muy respaldado por los números que la AFIP publica mes a mes, hacia un sistema tributario moderno, eficaz y cada vez más progresivo.
Es eficaz porque en primer lugar tiene la capacidad de financiar servicios sociales cada vez más importantes y le permite a la vez al Estado Nacional avanzar en la política de desendeudamiento. Y además se acerca cada vez más a los principios de la justicia social que el gobierno viene impulsando desde el 25 de mayo del 2003 en adelante.
Roberto Arias