Son significativas las transformaciones que introdujo el justicialismo en el mundo del trabajo, pero no siempre se tiene en cuenta que fue igualmente fuerte su intervención en garantizar el acceso a la vivienda, con iniciativas muy importantes de construcción directa, es así que florecieron esos característicos chalecitos que conformaron barrios tan importantes como Ciudad Evita pero también lo fomentó indirectamente con líneas de financiamiento a través del Banco Hipotecario.
Desde el 2003, Néstor Kirchner, retomó ese rol protagónico del Estado en materia habitacional con la construcción directa, tanto de viviendas completas como de mejoras parciales; es así que, a través de distintos programas, se han llevado a cabo aproximadamente 900.000 soluciones habitacionales beneficiando a más de 2 millones de argentinos.
A este importante esfuerzo, que además sirvió para reactivar una economía estancada, era imprescindible sumarle la acción indirecta a través del financiamiento. Ese financiamiento vino de la mano del PROCREAR lanzado por la presidenta Cristina Fernández que, otra vez mediante el Banco Hipotecario, financia la construcción de nuevas viviendas.
Es decir que se recuperó lo mejor de la tradición peronista de fomentar activamente al acceso a la vivienda propia y esto puso en evidencia uno de los grandes obstáculos a la hora de que los trabajadores tengan su techo… EL ACCESO AL SUELO.
A lo largo del tiempo la incidencia que tiene el precio de la tierra en el precio final de una casa ha ido creciendo y en muchos casos no hay disponibilidad aunque uno esté dispuesto a pagar caro.
El ordenamiento territorial es una responsabilidad que recae principalmente en las provincias y en los municipios, ellos deben recoger el guante. Así lo hicieron los legisladores del Frente Para la Victoria – Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires quienes no solo aprobaron normas que eximen de impuestos al Procrear y sus beneficiarios, sino que encararon algo que era una deuda de la democracia: una nueva ley de acceso al suelo urbano puesto que la última vigente es fruto de la dictadura.
La “Ley de Acceso Justo al Hábitat” establece principios que democratizan el diseño de la ciudad, pero lo más importante es que le brinda al Estado herramientas para seguir ocupando ese rol protagónico que reclamamos e incorpora la participación de las organizaciones libres del pueblo u organizaciones sociales si lo ponemos en términos más modernos.
La ley genera mecanismo concretos que permiten urbanizar villas y asentamientos precarios, por ejemplo, flexibilizando las medidas y condiciones de las parcelas, le posibilita a los municipios obtener parte de las ganancias fruto de la valorización inmobiliaria (100recordemos que el Estado es el gran generador de valorización inmobiliaria, ya sea porque invierte en infraestructura o simplemente por su capacidad de cambiar las condiciones de uso de suelo), estos recursos serán destinados a generar nuevos desarrollos urbanos. Por otro lado, aumenta el impuesto inmobiliario a los terrenos baldíos, que permanecen ociosos muchas veces por especulación inmobiliaria, y con esos fondos extras se crea un fondo que permitirá dar microcréditos para pequeñas mejoras en las casas y los barrios.
Los municipios también podrán a partir de ahora delimitar zonas de promoción del hábitat que implicarán que los predios que se encuentren ociosos dentro de ellas tendrán un plazo para urbanizarse y dejar de estar ociosos.
Los medios llaman a esta ley la ley de los countries, como hemos mencionado regula muchas cosas más que estos barrios cerrados, pero en cuanto a ellos corrige una desigualdad de la ley anterior, si uno desarrollaba un barrio común, un barrio obrero por ejemplo la ley lo obliga sabiamente a cederle al Estado parte del suelo para infraestructura comunitaria (100escuelas, edificios sanitarios, espacios verdes, etc.) mientras que si uno desarrolla un barrio cerrado no necesita hacerlo, imaginen que era más redituable entonces y quienes salían favorecidos.
Todavía esta ley debe ser reglamentada y debe comenzar a andar como para dar sus frutos pero algo se puede anticipar: el profundo cambio político que se dio del 2003 en adelante sigue generando transformaciones, ahora el estado no se hace el distraído y fija las reglas del juego, ya no es como en los 90´s donde a la ciudad la diseñaba el dinero y la desesperación, con esta ley el suelo es un poco más de todos, ahora es… ¡El suelo de la patria sublevado!