El Congreso Nacional del Partido Justicialista convocó a sus autoridades, las cuales se reunieron el 8 de mayo de 2015 en Parque Norte. En el acto se reafirmó el convencimiento de que el peronismo debe seguir gobernando los destinos de la patria como protagonista de los mejores años de nuestro pueblo.
Transcribimos a continuación el documento final del Congreso.
Con unidad y convicción hacia la victoria
El Congreso Nacional del Partido Justicialista, órgano máximo de nuestro partido, próximo a cumplir setenta años de luchas y realizaciones, reafirma el convencimiento de que el peronismo debe seguir gobernando los destinos de nuestra patria, como protagonista de los mejores años de nuestro pueblo.
En pocos días estamos celebrando doce años de gobierno desde aquel 25 de mayo en que Néstor Kirchner encendió la luz de la esperanza después de haber atravesado la peor crisis de nuestra historia, fruto de los años oscuros del neoliberalismo.
Fue Néstor Kirchner quien, con mucho coraje, decisión y convicciones, renovó la llama del peronismo en nuestra patria, devolviéndonos a cada uno de los argentinos la posibilidad de soñar con un país mejor, como el que soñaron el general Perón y Evita. Luego, desde 2007, la compañera presidenta Cristina Fernández de Kirchner continuó ese recorrido y lo profundizó para que llevemos poco más de una década de transformaciones, en cada uno de los rincones de nuestro territorio.
Esta unidad de concepción fue delineando el camino de estos años de gobierno nacional y popular. De allí, consolidamos la unidad de acción para llevar adelante las más grandes conquistas sociales, luego de los gobiernos de Perón, recuperando así esa patria justa, libre y soberana con la que siempre soñamos.
Nuestras conquistas son hoy una realidad que se palpa en cada una de las mujeres, hombres, trabajadores, niños, jóvenes y ancianos que ya tienen una vida más digna, aun sabiendo que el camino por recorrer es largo para que todos los argentinos puedan alcanzar el nivel de vida que merecen.
Nuestro gobierno generó nuevos derechos, como la ley de empleadas de trabajo doméstico, el nuevo estatuto del peón rural, la Asignación Universal por Hijo y Embarazo, la moratoria previsional, la Ley de Matrimonio Igualitario.
Con un Estado cada vez más presente, recuperando servicios y empresas públicas, estatizando las jubilaciones, regulando democráticamente los medios y servicios de comunicación, garantizando obras públicas, como hace décadas no se habían realizado.
Igualando las oportunidades y calidad de vida de nuestros compatriotas, aumentado el tiempo de escolarización, reduciendo la brecha digital, incorporando nuevas vacunas gratuitas al calendario de vacunación, estableciendo paritarias, creando puestos de trabajo y aumentando las jubilaciones, entre otros ejemplos.
Desendeudando al país y luchando contra la especulación financiera, apostando por la ciencia y la tecnología, consolidando las relaciones con los hermanos de América Latina, para formar la ansiada Patria Grande.
Estas conquistas no han sido producto de circunstancias fortuitas, sino llevadas adelante con la decisión y conducción política de Néstor y de Cristina, y con el accionar leal y constante de los dirigentes, compañeros que gobiernan las provincias, municipios y comisionados y de todos los militantes peronistas que mantienen viva la llama de la justicia social.
Este Partido Justicialista tiene la responsabilidad histórica de ser la columna vertebral del Frente para la Victoria y mantiene intacto el compromiso verdadero con el futuro de la Argentina. Por todo esto, estamos comprometidos a trabajar con mucha convicción para garantizar la continuidad del proyecto nacional y popular con el objetivo de que el próximo presidente vuelva a ser un compañero peronista.
Lamentablemente, hoy nos toca ver a dirigentes de otras fuerzas políticas envolverse con nuestras banderas mientas ocultan sus verdaderas intenciones. Desde el Partido Justicialista sabemos perfectamente que nuestra ciudadanía ha madurado en estos últimos años y se da cuenta por sí sola de quiénes son los que renuncian a una Argentina para todos.
Y también nos toca ver a algunos oportunistas que intentan negar nuestra identidad, desesperados porque el peso de la realidad es mucho más fuerte que los intereses mezquinos que ellos sostienen.
Hemos sufrido en carne propia las persecuciones y enfrentamos la más artera campaña mediática y de denuncias infundadas, centradas sobre todo en la persona de nuestra presidenta, a la que respaldamos en su lucha por los más humildes, en contra de los buitres y las corporaciones, comprometidos con la defensa irrestricta de los intereses nacionales y populares.
Por ello, y a pesar de los injustos ataques, mantenemos los brazos abiertos para todos aquellos que se quieran sumar para seguir transformando la Argentina, sabiendo que el próximo 9 de agosto y el 25 de octubre tenemos, una vez más, una cita con la historia para continuar en la senda del progreso y seguir haciendo realidad la patria justa, libre y soberana que juntos venimos construyendo.