Por: Valentina Montero, abogada,
integrante del Ateneo de mujeres Peronistas
En el día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, queremos reafirmar nuestro compromiso en la lucha y el trabajo para erradicar la violencia en todas sus formas contra las mujeres, lesbianas, bisexuales, trans, travestis y no binaries.
Por ello, este 25 de noviembre invitamos a reflexionar sobre los espacios de participación social y política, que se encuentran todavía atravesados por prácticas machistas que socavan la autonomía de las mujeres en sus distintas dimensiones.
La violencia y el acoso político contra las mujeres conforman una barrera tanto para el acceso como para la permanencia, ascenso y efectivo ejercicio de los derechos. A pesar de encontrarse Argentina entre los países más avanzados respecto de su legislación para alcanzar la paridad sustantiva, todavía se encuentran arraigados patrones de dominación patriarcal que, con diferentes intensidades, se hacen presentes cuando una mujer decide alzar su voz y ocupar un lugar en la esfera pública.
Nuestro compromiso por conocer y visibilizar las formas que asumen las violencias, no es más que el legado de Evita, quien a partir de la fundación del Partido Peronista Femenino, permitió que las voces de las compañeras fueran oídas, y que la voluntad de la ciudadanía también pueda ser representada y conducida por ellas.
Pero, hasta que no erradiquemos la violencia política de género, seguirá constituyendo ésta el principal obstáculo para avanzar hacia la construcción de democracias más justas e inclusivas.
Por eso, desde el Ateneo de Mujeres Peronistas, reivindicamos hoy con más fuerza los espacios de militancia federal que permiten contribuir a la participación y discusión política entre compañeras y referentes, porque se necesita de todas y todos para dialogar e intercambiar ideas que permitan construir herramientas para la prevención, abordaje y erradicación de la violencia política contra las mujeres y disidencias.
