16 de noviembre de 2018
Instituto Gestar

El fin de una injusticia: la vuelta de Perón a la Argentina

Si bien para los peronistas la fecha “fundacional” de nuestro movimiento es sin dudas el 17 de octubre de 1945, el número 17 también posee un simbolismo importante por otro hecho digno de recordar: el 17 de noviembre de 1972, día en que Juan Domingo Perón volvió al país tras más de 17 años de exilio y proscripción política. Este período histórico, que se inició a mediados de 1955 con bombardeos a Plaza de Mayo y un posterior golpe de estado, intentó desterrar de la memoria colectiva al peronismo mediante distintas medidas por parte de una dictadura mal llamada “Revolución Libertadora”: disolución del Partido Peronista (100decreto 3855/55), prohibición de hacer uso de símbolos, expresiones, y cualquier elemento que haga referencia al justicialismo (100decreto 4161/55), persecución, fusilamientos y encarcelamiento, entre tantas otras prácticas dictatoriales.

El
exilio del General, así como también la proscripción y hostigamiento que
sufrieron los simpatizantes del peronismo, no fue responsabilidad exclusiva del
sector de las Fuerzas Armadas que ejecutó el golpe (100encabezado por Pedro
Eugenio Aramburu e Isaac Rojas). Sectores de la sociedad civil y los partidos
políticos opositores a Perón fueron cómplices y activos participantes en
mantener al peronismo alejado de las urnas y a la democracia argentina sumida
en una etapa oscura. Ejemplos como el plan de Conmoción Interna del Estado
(100CONINTES), implementado por Arturo Frondizi para reprimir reclamos laborales y
detener militantes, o la acción deliberada de Arturo Illia y su canciller
Miguel Ángel Zavala Ortiz para impedir el regreso de Perón a la Argentina vía
Brasil en 1964, son algunos hechos que marcan que los militares no estuvieron
solos en la tarea de privar a la mayoría del pueblo argentino de poder elegir
libremente en democracia a sus representantes.

El
rol de la militancia durante los años de proscripción fue, sin dudas, fundamental
para ir dando forma al retorno del General. El lema “Luche y Vuelve”, adoptado
en los años 70’ por la Juventud Peronista, sintetiza a la perfección lo que
significó el período en el que el peronismo estuvo proscripto. A pesar de todo
lo que los distintos regímenes militares y pseudo democráticos hicieron para
tratar de “borrar del mapa” al justicialismo, la actuación del Movimiento
Obrero y de las distintas organizaciones sociales y políticas de nuestro
movimiento fueron vitales para que el pueblo trabajador no flaqueara en su
deseo de reencontrarse con su conductor político.  De poco sirvió la frase “Perón no vuelve
porque no le da el cuero”, enunciada por el dictador Alejandro Agustín Lanusse
en el Colegio Militar en julio de 1972: el 7 de noviembre del mismo año Héctor
J. Cámpora anuncia el regreso de Perón, en paralelo con la publicación una
solicitada titulada “a los compañeros peronistas”, que anunciaba la vuelta del
General. El 14 de noviembre parte hacia Roma el vuelo que transporta a los casi
de 150 miembros de la comitiva que acompañaría a Perón en su regreso, entre los
que se encontraban –entre otros- Antonio Cafiero, Hugo del Carril Héctor J.
Cámpora, María Estela Martínez de Perón, Vicente Solano Lima y Lorenzo Miguel.
Finalmente, la noche del 16 de noviembre de 1972 parte desde Roma el avión
Douglas DC-8 Giuseppe Verdi, con la ruta Roma-Dakar (100Senegal)-Buenos Aires.

De
esta manera, a las 11:20 de la mañana hora argentina, el avión que traería de
regreso a Perón aterrizó en el aeropuerto de Ezeiza en el marco de un colosal
operativo de seguridad dispuesto por el gobierno de Lanusse a fin de que el
pueblo no pudiese llegar al aeropuerto a celebrar el retorno de su conductor a
la Patria. El General descendió del avión y se dirigió al Hotel Internacional
de Ezeiza, donde permaneció cercado por las fuerzas de seguridad hasta que pudo
trasladarse a su nueva casa en la calle Gaspar Campos, en Vicente López.

De
esta forma, Juan Domingo Perón le demostraba al mundo que no había nada que
pudiese quebrar el sentir del pueblo peronista tras un largo período de exilio
y proscripción. Una muestra posterior de ello se produjo cuando los argentinos
inundaron las urnas de votos dos veces consecutivas para elegir a la fórmula
presidencial Héctor Cámpora– Vicente Solano Lima primero y Juan Domingo Perón–
María Estela Martínez de Perón después, en lo que significó la tercera
presidencia del General.

Una
fecha tan importante para nuestro movimiento y para nuestro país no podía ser
dejada de lado. Es por eso que desde GESTAR celebramos este día y saludamos a
cada compañero y compañera que desde su lugar trabaja con vocación por
transformar la realidad.

¡FELIZ
DÍA DE LA MILITANCIA!

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