Por: Eugenio Begue
Texto publicado originalmente en Panamá Revista
Si hay alguien que conoce por dentro la fábricas de cerveza artesanal es Enrique, que mientras estudiaba abogacía para costearse los costos de la carrera trabajaba en una de ellas.
Abogado y sindicalista, Enrique Lorenzo o “Quique” como lo llama su mentor Carlos Frigerio es con treinta y siete años el Secretario General del gremio de Trabajadores Cerveceros Artesanales y miembro de la comisión directiva de la Federación de Trabajadores Cerveceros y Afines.
Mitad del día trabaja de abogado para la Federación, siendo parte del cuerpo jurídico de la Confederación Argentina del Trabajo (CGT) y la otra mitad se lo puede encontrar siempre recorriendo fábricas y afiliando trabajadores para el gremio que representa.
¿Cuál es tu mirada sobre la relación que debe existir en nuestro país entre el sindicalismo y los empresarios?
Creo en las relaciones que se van construyendo de forma madura y que vengan de la mano del respeto de ambas partes. A mi me gusta hablar de tres ejes. Primero las condiciones de higiene y seguridad, segundo las condiciones salariales y tercero las condiciones del convenio colectivo.
¿Sentís que en la actividad de cervezas artesanales ustedes tienen un buen empresariado?
El 90 % de las empresas empadronadas hacen un gran esfuerzo por respetar los tres ejes que te mencioné con anterioridad.
¿Crees que la dirigencia política, sindical y empresaria se debe una profunda discusión, con tensión, pero discusión, de como salimos de todos estos años sin crecimiento poniendo por delante la creación de empleo y la producción?
Sí me encantaría. Pero la verdad lo veo muy complicado, en cuanto a la urgencia que va por encima de cualquier posibilidad de discusión, y además no sé si existe la voluntad política de discutir en serio.
¿Si existiese ese ámbito de discusión que te gustaría que se discuta?
A nivel nacional soy el vicepresidente del frente sindical por el cambio climático. He conversado con dirigentes sociales, por ejemplo, los clasificadores urbanos. Son personas que yo creo que deben insertarse en el sistema laboral, con eje en la producción, y por supuesto que esa discusión tiene que estar acompañada de otros temas en el mundo del trabajo.
Creo en las re elecciones en el sindicalismo, primero porque para llegar a ser miembro en una conducción sindical tuviste que tensionar con el empleador y corres el riesgo que cuando se termine tu mandato te quieren despedir del trabajo, segundo porque el dirigente sindical discute con una contraparte que lleva muchos años de experiencia con lo cual se volvería una relación de fuerza asimétricas entre empresarios fuertes y sindicatos débiles, y tercero porque cada vez que la organización sindical quiere realizar cambios en la conducción los realiza a través del voto de sus afiliados como estamos viendo últimamente. ¿Estás de acuerdo?
Para mi es esencial, porque las relaciones laborales son situaciones de tensión, y descreo totalmente de la idea de que el sindicalista viene a perpetuarse en el poder.
¿Sos optimista con el futuro del país o te cuesta?
Me cuesta ser optimista, pero no estaríamos acá sentado los dos trabajando sino pudiésemos considerar que puede venir una Argentina mejor.