La recesión económica no da tregua, y la construcción, una de las actividades de más peso en el producto bruto interno y con más impacto en el empleo, lamentablemente, según los números oficiales evidencia una tendencia preocupante.
La construcción cayó al 13,1% en septiembre y en octubre la caída fue del 19,3% con respecto a los mismos meses de 2015 respectivamente. Se computa una merma del 13,5% en lo que va de 2016. Se trata de una de las actividades más afectada por el plan de ajuste del Gobierno Nacional.
El desempeño del sector bajó sensiblemente desde principios del año por la recesión económica y la caída del consumo privado. Ante este complicado panorama, en lugar de apuntalar el crecimiento impulsando la obra pública, se está haciendo todo lo contrario, en septiembre la obra pública se desplomó 38% interanual, el descenso más grande del año después de enero (100-43% interanual real). Apenas se habría ejecutado el 55% del presupuesto anual.
El modelo económico de Cambiemos, con la vuelta de la especulación financiera y el tipo de cambio alto, en favor de los sectores exportables y en detrimento del mercado interno, ha generado un alto impacto sobre el nivel de actividad interna. El sector de la construcción no está aislado de ese panorama negativo y está padeciendo los cimbronazos de la caída de la obra pública y la pérdida de iniciativa de inversión del sector privado, producto del escenario recesivo.
En este contexto, los principales perjudicados son los trabajadores. Los números oficiales señalan que el empleo registrado acumuló una baja de 60.000 empleos. El secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, calculó que a ese número hay que sumarle unos 20.000 monotributistas, contratistas y cuentapropistas que dejaron de tener trabajo.
Caída interanual de la construcción
Por otra parte, el salario promedio de la actividad fue de $12.163 en septiembre, subió 23,3% en términos interanuales, teniendo en cuenta que en los últimos doce meses la tasa de inflación que midió el Congreso se ubicó en 42%, esto implica que los asalariados formales de la construcción no sólo perdieron su fuente de trabajo el último año sino que los que continúan bajaron su capacidad de compra un 19% en promedio.
Un dato que alerta sobre la continuidad de las tensiones para los próximos meses en el informe de Ieric (100Instituto de estadística y registro de la industria de la construcción), indica que las empresas constructoras siguieron cerrando en octubre; el número de firmas operando en el sector bajó 2% respecto de las registradas en igual mes del año pasado. En el último año se computaron 445 firmas que dejaron de funcionar en el mercado interno, debido al parate de la actividad económica que no sólo afectó la construcción sino al resto de las actividades productivas como la industria manufacturera y las economías regionales.
Los despachos de cemento también siguieron bajando en octubre, con un descenso del 18,3% interanual. Fue una de las bajas más pronunciadas de 2016.
La cantidad de superficie con permisos para construcción fue otro de los indicadores que reflejaron la profunda crisis de la actividad. En septiembre, se autorizaron 558.161 metros cuadrados para obras, con un descenso de 22% respecto de igual mes del 2015 y una merma de 9,6% comparado con agosto.
En el caso del cemento se acumulan ya diez meses de caída, una seguidilla sólo interrumpida en agosto por un avance de 6,7% que el gobierno pretendió utilizar como ejemplo de brotes verdes de la actividad económica. Esa supuesta recuperación, que Prat Gay festejó y aseguró que se iba a repetir en los próximos meses, no fue como esperaba, ya que en septiembre y octubre hubo importantes caídas en el sector.
La construcción y la actividad económica en general, lejos de los augurios de recuperación para la segunda parte del año publicitados por el Gobierno, sigue en caída libre.
Así, se confirma que la recesión se extendió durante todo el tercer trimestre. En los primeros nueve meses la economía acumuló una caída de 2,03%. Es decir que, sin un repunte de la actividad en el cuarto trimestre, como prometió Sturzenegger, el año cerrará con una caída del PBI superior a la prevista por el Gobierno.
Por Nicolás Muñiz