Lic. Cecilia Pérez Llana
Me he cansado de
escuchar la frase “El problema de la Argentina son los setenta años de
peronismo”. Este slogan surgido durante la campaña de CAMBIEMOS para desprestigiar
a los gobiernos populares, caló profundamente en varios ciudadanos y
ciudadanas, que, sin tomarse el trabajo de la contrastación empírica, han
decidido repetirlo aun corriendo el riesgo de mostrar falta de conocimiento de
la historia argentina contemporánea. Peor aún, la repetición del slogan por
parte de periodistas de medios de comunicación, que, o son preexistentes, o
contemporáneos al surgimiento del Partido Justicialista.
La falsedad de
la frase la podría demostrar un historiador de cualquier signo político. No
obstante, repasemos primero la cronología histórica para derribar o deconstruir
el mito. En otra nota analizaremos el contexto político, los actores de poder y
el funcionamiento de la democracia argentina desde el surgimiento del estado
nación hasta nuestros días.
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Contexto
El peronismo
tiene como fecha de nacimiento la jornada del 17 de octubre de 1945, cuando las
clases populares, los trabajadores y trabajadoras, las clases medias y las
mujeres se movilizaron en forma espontánea para pedir la libertad del entonces coronel
Perón, encarcelado por la serie de políticas públicas que no solo fomentó, sino
que también concretó desde su cargo de Secretario de Trabajo y Previsión de la
Nación. Horas antes de ser trasladado a la cárcel de Martín García, en donde
décadas atrás también estuvo preso el presidente derrocado Hipólito Yrigoyen, dejó
firmado el decreto que daba nacimiento al aguinaldo y vacaciones pagas. Tras
esa masiva manifestación de apoyo, Perón renunció al cargo y se presentó a
elecciones.
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Cronología
En las elecciones
del 24 de febrero de 1946, Juan Domingo Perón obtuvo el 52,84% de los votos
masculinos y asumió la presidencia el 4 de junio del mismo año, por aquel
entonces, de seis años de duración.
En las
elecciones del 11 de noviembre de 1951, en las que compitió con el candidato de
la UCR, Ricardo Balbín, alcanzó su reelección con el 63% de los votos
masculinos y femeninos. Las mujeres estrenaban el derecho de la Ley 13.010
de 1947, conocida como ley Evita, que otorgaba a la mujer el derecho al
sufragio.
Si bien su
segundo período de gobierno debía extenderse hasta el 4 de junio de 1958, el 16
de septiembre de 1955 el golpe cívico militar autodenominado como “Revolución
Libertadora” derroco al gobierno elegido por el mayor porcentaje de votos de la
historia argentina y con un nivel de violencia contra la población civil jamás
visto.
Es así que el
primer peronismo gobernó la Argentina durante 9 años, 3 meses y doce días.
Meses después, en marzo de 1956, llegó el Decreto Ley 4161, firmado por
Aramburu y Rojas cuyo objetivo fue prohibir al peronismo en todas sus formas,
expresiones y manifestaciones. Su incumplimiento implicaba la cárcel no solo
para los líderes del movimiento, sino también para sus referentes y para los
ciudadanos de a pie.
Ese Decreto Ley proscriptivo
fue el telón de fondo de las “elecciones presidenciales” de 1958, que coronarían
como presidente de la Nación al radical Arturo Frondizi, uno de los partidarios
y armadores civiles del golpe de estado. En síntesis, unas elecciones mal
llamadas democráticas porque proscribía no solo a la principal fuerza política
– el peronismo- sino también al Partido Comunista. El Decreto 4161 no es menor,
de cuajo, resta casi 20 años a “los setenta años de peronismo”.
Cuando el
candidato del radicalismo se alejó unos grados del plan de gobierno de las
Fuerzas Armadas, sobrevino un nuevo golpe. Frondizi gobernó entonces desde el 1
de mayo de 1958 hasta el 29 de marzo d 1962, día en que fue derrocado por una
nueva coalición entre militares y civiles. Lo encarcelaron sin juicio previo y también
se le impidió participar de las nuevas elecciones presidenciales del 7 de julio
de 1963. Nuevas proscripciones se sumaban a la “democracia” que promovían las
fuerzas armadas en conjunto con los poderes dominantes de la Argentina y del
mundo. Además, a último momento se proscribió también al Partido Demócrata
Cristiano por las simpatías de su candidato con el peronismo. Democracia a
medida del radicalismo.
Con el 31.9% de
los votos, Arturo Illia llegó a la Presidencia de la República Argentina y
gobernó hasta el 28 de junio de 1966, cuando fue derrocado por la Revolución
Argentina, presidida por Onganía, que soñaba con una dictadura al estilo
franquista que durase hasta bien entrado el año 2000. Hasta aquí, la historia
sigue sin sumar años peronistas.
Luego de dieciocho
años de proscripción, el 11 de marzo de 1973 el peronismo pudo participar de
elecciones nuevamente. El candidato de la coalición del Frente Justicialista de
Liberación, Héctor Cámpora, obtuvo el 49.56% de los votos y tras la
renuncia de Balbín a presentarse a la segunda vuelta, el 30 de marzo de 1973
fue investido presidente de la República. Renunció el 13 de julio del mismo año,
motivo por el cual, el 23 de septiembre se volvieron a llevar a cabo elecciones
presidenciales para el período 1973 – 1977.
La fórmula
integrada por Juan Domingo Perón y María Estela Martínez obtuvo el 61.85% de
los votos. Así, Perón obtenía la tercera presidencia luego de haber sido
derrocado en 1955, obligado al exilio, perseguido penalmente y proscrito en las
elecciones presidenciales de 1958, 1963 y las de marzo de 1973.
Tras su muerte,
el 1 de julio de 1974, la vicepresidenta María Estela de Martínez asumió la
presidencia, siendo derrocada el 24 de marzo de 1976 bajo el golpe militar
autodenominado como Proceso de Reorganización Nacional. A las dos primeras
presidencias, con este tercer mandato inconcluso sumamos tres años a los
“setenta años de peronismo”. Entonces, ya vamos poco más de 12 años.
Luego de
desapariciones, torturas, asesinatos, secuestro de personas y bienes, de la
guerra de Malvinas y del consabido fracaso de las políticas económicas
impuestas por las Fuerzas Armadas bajo las presidencias de facto de Videla,
Viola, Galtieri, Bignone, el 30 de octubre de 1983 se llevaron a cabo las
primeras elecciones de la democracia contemporánea, la primera en casi treinta
años sin proscripciones, sin tutelajes y sin el control de los mecanismos
electorales por parte de las fuerzas armadas. El candidato de la Unión
Cívica Radical, Raúl Alfonsín, obtuvo el 51.75% de los votos para el
período 1983 – 1989, inaugurando un nuevo estado de derecho con el lema de que
con la democracia se come, se cura y se educa.
El 14 de mayo de
1989 se llevaron a cabo las elecciones presidenciales previstas en principio
para octubre de ese año. El candidato del Partido Justicialista, Carlos Saúl
Menem, obtuvo el 47,51% de los votos para el período de gobierno 1989 -1995.
Fue reelecto con el 49.94% de los votos el 14 de mayo de 1995 para el segundo
mandato, acortado a 4 años tras la reforma constitucional de 1994. El peronismo
de corte liberal sumó 10 años a los “setenta años de peronismo”. En total, a
1999, se contabilizaban 22 años.
En 1999, el candidato
radical de la Alianza para el Trabajo, la Justicia y la Educación, Fernando de
la Rúa, ganó las elecciones con el 48,37% de los votos para gobernar durante el
período 1999-2003. La historia es conocida. La profundización de las medidas de
ajuste y endeudamiento, sumada a la renuncia del vicepresidente, Carlos Chacho
Álvarez, provocaron la dimisión del presidente a mitad de su mandato, período
completado por el candidato que en las elecciones había obtenido el 38,27% de
los votos: Eduardo Duhalde. Es decir que, por la incompetencia del gobierno
neoliberal radical de la Alianza, el peronismo completó el mandato y sumó dos
años mas a los “setenta años de peronismo”. Así llegamos a los 24 años.
En las
elecciones del 14 de abril de 2003 y con el 22.25% de los votos, Néstor
Kirchner vino a proponernos un sueño y nos animamos a soñarlo. El estado
mínimo, empresario, endeudado, colonizado, afín al Consenso de Washington y a
las recetas de ajuste había colapsado. Con la presidencia de Néstor, el
peronismo sumó 4 años más a los “setenta años de peronismo” y llegamos a los 28
años.
El 28 de octubre
de 2007 los y las argentina volvimos a votar, coronando como presidenta a una
mujer. La Dra. Cristina Fernández de Kirchner obtuvo el 45,29% de los
votos y fue reelecta en 2011 con el 54,11% de los votos, cifra solo superada
por Juan Domingo Perón en las elecciones ya citadas. CFK aportó 8 años a los
“setenta años de peronismo” y así, para 2015, año en que comenzó a resonar
en los grandes medios hegemónicos la frase vinculada con los setenta años,
llegamos a los 36 años de gobiernos peronistas.
Una vez más, la historia fáctica, concreta, la
de los libros, la que vivieron todos y todas, demuestra que la única verdad es
la realidad y que la aseveración de Cambiemos no solo es maliciosa sino también
profundamente desconocedora de nuestra historia como pueblo nación.