Como militantes, el 26 de julio es una fecha que nos moviliza, nos recuerda la mujer que tuvo un rol central en el Justicialismo: Eva Duarte de Perón.
Ella nos enamoró para siempre con su sensibilidad, su coraje ante la injusticia y capacidad para encarnar las acciones necesarias para llevar adelante la justicia social en nuestro país. Como dijo Juan Domingo Perón, «mientras yo construía la casa grande que iba a albergar a todos los argentinos, ella se preocupaba por abrigar a los que todavía estaban afuera».
Fundadora de nuestro movimiento junto al General Perón, llevó adelante su tarea política al lado de los más humildes, los trabajadores y las mujeres. A la cabeza de la Fundación que llevó su nombre, concretó una acción social enorme que transformó la vida de miles de argentinos: viviendas obreras, edificios escolares, centros y policlínicos, colonias de vacaciones, hogares de ancianos y de tránsito, entre otros programas; sumado a la ayuda directa para satisfacer las necesidades esenciales para una vida digna de las clases menos favorecidas, según rezaba el objetivo con el que fue creada.
Tuvo un rol fundamental para asegurar los derechos políticos a las mujeres. Al poco tiempo de asumida la primera presidencia de Perón, emprendió la campaña para la obtención del sufragio femenino, organizando a las mujeres no sólo para que concreten su participación política mediante el voto, sino que además se organicen dentro del partido y ejerzan de forma plena su rol en la organización política.
«Queremos una Argentina pacífica, poderosa y soberana y una masa de trabajadores unida y feliz como ninguna en el mundo. Queremos el bienestar de los trabajadores, la dignificación de los humildes y la grandeza de esta patria que Perón nos ha dado y que todos debemos defender como la más justa, la más libre y la más soberana de la Tierra», expresó Evita y luchó por esto.
La etapa actual que atraviesa el peronismo nos demanda renovar nuestro compromiso por mantener más vivo que nunca su legado. Esta frase que suele repetirse tantas veces, no puede quedar en una simple declamación, tenemos que generar una propuesta alternativa para que desde el peronismo podamos volver a conducir los destinos de la patria.
Esto no puede llevarse adelante desconociendo la insensibilidad de nuestros adversarios políticos, aquellos que prometieron durante la campaña “pobreza cero” y hoy pretenden invisibilizar las políticas de ajuste que llevan adelante. Políticas de transferencia de ingresos a los sectores concentrados, golpe a las clases medias y de menores recursos por el aumento de los servicios públicos, recortes de programas y desindustrialización. Medidas frente a las cuales, como peronistas, no podemos permanecer indiferentes.
Como nos enseñó ella, la abanderada de los humildes, necesitamos volver a creer que es posible una verdadera revolución para el pueblo argentino. No queremos solo frases marketineras ante los problemas de la gente. Queremos un Estado que avance en el reconocimiento de derechos civiles, políticos y sociales. Esta concepción es nuestra guía y nuestra convicción.
Para ello es prioritario que desde nuestra doctrina cristalicemos una propuesta de gobierno superadora, dando paso al surgimiento de nuevos liderazgos que analicen el contexto actual del país con seriedad y responsabilidad, y que sepan llevar adelante los desafíos pendientes, con coraje y convicción, tal como lo llevara adelante la compañera Eva Perón.
Este día, que nos emociona recordando su lucha y pasión, nos encuentra ante el importante desafío que implica seguir el camino de la consagración de nuevos derechos en un mundo que a diario parece ir por el camino contrario. Conmemoremos este nuevo aniversario de la desaparición física de Evita con una reflexión acerca de su legado de cara al futuro.