Continuamos con la serie de entrevistas a compañeros y compañeras de todo el país. En esta oportunidad, el diputado provincial por Buenos Aires, Andrés Quinteros, nos brindó su punto de vista sobre el panorama político y social actual.
¿Cómo ves la gestión a nivel nacional y en particular de la provincia de Buenos Aires con el gobierno de Cambiemos?
La gestión nacional viene a instaurar algo peor que la década de los 90. Parece Martínez de Hoz. Es un gobierno que no contiene para nada las expresiones populares, y no solo que no las contiene, sino que ha generado todo un contraciclo para tratar de retrotraerse a épocas que la Argentina daba por pasadas y eso trajo el vencimiento de esas instancias trajo aparejado algo muy simple que es la conquista de derechos. Esos derechos están viviendo una época contracíclica. El gobierno es eso, es esa expresión, uno no puede definirlo desde otro lugar, no hay otro lugar. Uno no puede evaluar la gestión de gobierno desde el avance, porque en materia social los índices no han avanzado sino que se han retrotraído. Han habido muchas cuestiones que eran centrales y que le costó mucho a la sociedad, no a la política, a la sociedad conquistarlos, que hoy han ido en desmedro.
A 8 meses del cambio de gobierno ya se cerró la sucesión. A mí me parece que hubo tiempo suficiente para administrar aquellas cosas que se consideraban parte de la herencia, por otro lado que es una definición muy abstracta, pero si vamos a indicadores concretos la Argentina ha retrotraído en materia económica las reservas, tiene menos reservas de las que tenía en otro momento, la capacidad económica del ciudadano en el poder adquisitivo, hoy con mayor cantidad de dinero consume y tiene menor posibilidad de cubrir sus productos básicos. Y la tercera cuestión en materia laboral, nosotros tenemos indicadores de desempleo aún mayor porque la competitividad que había logrado a partir del fortalecimiento del mercado interno se retrajo y no se retrajo por imperio de la falta del poder adquisitivo, sino por la incursión en el mercado de productos importados que dejaron de lado la competitividad que habían logrado algunas empresas en rubros muy pequeños pero que fortalecían la idea de la mano de obra ocupada y del consumo que esa mano de obra generaba. Hay una abstracción en esto, con el concepto de la pesada herencia, lo que pasó es esto, la herencia es todo lo que compone el patrimonio del Estado.
Esto cierra en un esquema de un empresariado haciéndose cargo de la administración del gobierno. Ahora están administrando el gobierno, gobernar es una cosa muy distinta, porque uno cuando gobierna evalúa el costo de las medidas que toma. Aquí simplemente se ejerce la administración. Esto implica ni más ni menos que tomar decisiones sin dimensionar las consecuencias, sin dimensionar al objeto de toda la política que es el hombre. Cuando uno cambia ese eje y el objeto de todas las políticas es una simple tabla de Excel es cuando pasan estas cosas que nos están pasando. Aumentos en materia de servicios que son impagables.
Todo lo que nosotros mencionamos habitualmente como esta rotura del ciclo benevolente en el mercado interno no es nada más que la imposibilidad de la gente de comprar productos, también trae aparejado una incapacidad del gobierno para gobernar, que es equilibrar las cargas, pero que es incluir en el proceso productivo y de distribución de la riqueza de la Argentina a todos. Acá se ha decidido optar por dividir la renta nacional entre tres clases sociales que son, sin duda, la cúspide de la pirámide, dejando la base mirando y esperando que alguna vez eso derrame y eso nunca pasó y no va pasar. Es anacrónica en el mundo esa política.
¿Cómo ves a la gente? ¿Qué te dice en la calle?
Es admirable la paciencia del ciudadano de a pie. Es admirable la capacidad de recrear la esperanza de que el gobierno finalmente tenga sensibilidad a flor de piel y pueda dar respuesta a las demandas que son básicas. Pensemos en una sociedad que demandaba hasta hace muy poco tiempo cuestiones que no representaban lo básico. Nadie demandaba poder pagar los servicios, poder comer, poder sostener el nivel de vida, nadie demandaba eso. Me parece que la gente está siendo pasiva y paciente en reclamar con mayor vehemencia cosas que eran derechos adquiridos y que se trasformaron en un problema para el cotidiano de la gente. Me parece que la naturaleza del pueblo argentino, a diferencia de muchos pueblos vecinos que tenemos nosotros, es de tener paciencia. Pero también esa paciencia siempre tiene un límite. Esa desconexión que el gobierno hoy profesa por acción propia, por lo que hace todos los días, todavía el ciudadano de a pie percibe que no es tan así. Cuando eso pase evidentemente la demanda va a hacerse oír en la calle, va a hacerse oír en cada lugar. Y como decía el general Perón "cuando los pueblos se cansan hacen tronar el escarmiento". Yo creo que estamos yendo a un atolladero en el que el pueblo va a hacer tronar el escarmiento más allá de los dirigentes. Nosotros deberíamos expresar la consecuencia de ese hartazgo de la gente que hoy es muy insípida repito por la paciencia que tiene la gente, pero hay un día después y es ahí donde el peronismo tiene un rol fundamental e ineludible, se lo dio la historia y no va a ser esta una etapa ajena a eso.
El peronismo está aprendiendo a ser oposición en este tiempo. El peronismo tiene una profunda voluntad ejecutiva. Se concibe desde el gobierno el peronismo, está haciendo un aprendizaje. En épocas donde la comunicación no era lo que era y el ejercicio de la oposición no tiene tanto que ver con un bagaje de propuestas sino con la capacidad de comunicar esas propuestas y de encolumnar a una parte de la sociedad para ganar competitividad electoral. El peronismo no mira nada más que la forma de oponerse, sino a partir de ese descontento cómo lo transforma en poder político para recuperar el poder, eso es lo que nos diferencia de cualquier otro movimiento político en la Argentina.
¿Cuál es la tarea de institutos como Gestar para la actualización doctrinaria y la capacitación de los cuadros políticos del peronismo en esta etapa?
Hay que poner faros que permitan tirar líneas de acción. Gestar es eso, es una línea de acción dentro del peronismo. Y si no nos pasa esto. Los que están por encima de los partidos, de la política, de la construcción son los que dicen "vamos por acá o vamos por allá". Gestar es un esencialmente un espacio de pensamiento. La acción no tiene destino si no tiene un pensamiento previo que la define. Me parece que ese el rol que tiene Gestar dentro del peronismo. Nosotros en este debate en el que está sumido el peronismo es todos sus órdenes a partir de haber perdido la nación, me parece que necesita muchas instancias como las que habitualmente abre Gestar para entender qué es lo que nos pasó y para poder corregirlo también. Porque a veces la simple crítica nos deja en un lugar de sabor amargo de decir "mirá lo que nos pasó". Si no podemos elaborar esa crítica y transformarla para que sea el motor de la búsqueda del electorado, del votante, de la estrategia, no nos sirve.
En el proceso de reconstrucción del peronismo que venimos definiendo, ¿qué rol te parece que cumplen los gobernadores, los intendentes?
Es central. Es la territorialidad. A esa territorialidad Gestar le deberá, volviendo al tema, poner contenido. Le deberá poner contenido porque hoy somos una federación de cooperativas. A nosotros el ejercicio del gobierno nos unívoca. Nos pone una idea, una meta pero también un mensaje único. Hoy eso no está. Por eso necesitamos espacios de pensamiento que nos permitan definir como partido político, pero más que como partido político como movimiento social, que eso es el peronismo de fondo, un gran movimiento social en sus distintas expresiones, tiene que juntar a todo el poder territorial que hoy detenta y darle contenido. El contenido es una idea fuerza que nos lleve a la victoria. Esa idea fuerza es una definición de conjunto, hoy hay definiciones individuales. Esa definición de conjunto es legisladores, intendentes, concejales, consejeros escolares, compañeros militantes, movimientos sociales, la CGT, los gremios no alineados en la CGT, es eso. Esos sentados en una mesa que puede ser la mesa de Gestar. Deberemos definir una agenda de temas que nos posibilite recuperar el gobierno, que nos posibilite tener tres o cuatro líneas directrices que nos lleven para adelante. Si algo en lo que ha sido más sabio que los dirigentes el peronismo es en poner líneas de acción que siempre nos lleven para adelante. Por eso quienes se aferran a no avanzar, a no dar discusiones superadoras en el peronismo, son los que los procesos electorales los terminan dejando de lado, que son más inteligentes y más voluminosos que cualquier dirigente.