8 de julio de 2014
Instituto Gestar

El origen del justicialismo santafesino

 

En cada provincia el peronismo tuvo una génesis particular. Las características organizativas de cada distrito, como la población que residía en ella, generó que la construcción local de una fuerza nacional naciente fuera disímil.


La provincia de Santa Fe en la etapa previa de mediados de siglo, tenía a grandes rasgos las siguientes particularidades: había importantes centros urbanos ubicados a la ribera del Paraná y un interior rural forjado por el trabajo de inmigrantes que en su mayoría eran italianos, españoles, suizos y judíos. El norte provincial llevaba la marca trágica de la forestal y sus consecuencias, mientras que el centro y el sur eran ricas comunidades agrícolas ganaderas.

En el interior, las comunidades agrícolas formadas por trabajadores rurales y hacheros organizaban su vida en torno a las estaciones de tren y los clubes sociales, mientras que en las grandes ciudades como Rosario, las universidades generaban nuevos profesionales y las florecientes industrias acobijaban a trabajadores de los más diversos gremios.

En el seno de la sociedad santafesina yacían diferentes corrientes de pensamiento que luego convergerían en el peronismo.

Había un floreciente nacionalismo que resistía a las posturas liberales entreguistas en materia comercial y económica. Varios de estos referentes habían ocupados cargos en la intervención de 1943 en lugares estratégicos como la Universidad del Litoral, la Dirección de Trabajo Provincial y el Consejo General de Educación. Quizás la figura más representativa de este sector haya sido el historiador José María Rosa (100h) egresado de la Universidad del Litoral y docente de ella.

Otra vertiente fue el activismo laico, organizado principalmente desde la acción católica santafesina. Este sector veía con cierto resquemor, por su ateísmo y su postura despectiva de la iglesia, el avance de grupos comunistas y socialistas que estaban adscriptos a la Unión Democrática.

Esta militancia “laica” poseía incluso diarios como “La Mañana” que fijaban su postura y transmitían el mensaje a este sector que a su vez tenía fuertes lazos con nacionalistas y radicales críticos, lo cual facilitaría una posterior unión en el seno del naciente justicialismo.

En tanto hubo sectores provenientes del radicalismo que tenían una postura crítica frente a la dirección tomada por la dirigencia a nivel nacional del partido fundado por Alem. Uno de ellos era Leandro Meiners, futuro candidato a gobernador, quien fue Secretario de Gobierno del interventor Oscar Aldrey en 1944.

También estuvieron Diógenes y Armando Antille, ambos pertenecientes a la UCR Junta Renovadora, y con experiencia en la gestión pública ya que ambos participaron en el gobierno del gobernador radical Enrique Mosca.

Este grupo de radicales críticos habían tenido participación en la gestión estatal y poseían conocimientos técnicos, además de vínculos con la dirigencia sindical de la época. En su gran mayoría provenían de forja, al igual que Scalabrini Ortiz o Arturo Jauretche.

Finalmente y quizás el grupo más importante por el número al que representaba, se encontraban aquellos sectores que defendían a los trabajadores y los sectores populares. A los largo de la provincia había una multiplicidad de gremios que en las primeras década del siglo XX fueron organizándose y trasladando demandas y reclamos. En el interior tenían una fuerte presencia aquellos sectores ligados al trabajo rural, como madereros,  industria láctea o peones de campo, mientras que en las ciudades, había estatales, estibadores y textiles que entre otros, eran reconocidos por el número de afiliados al que representaban.

Es de resaltar la labor que tuvieron algunos gremios en la difusión y militancia del proyecto justicialista. Los ferroviarios que tenían presencia en prácticamente todas las localidades y parajes de la provincia formaron una red de transporte y logística. Así también, telefónicos y telegráficos tuvieron el rol de anoticiar y comunicar las noticias de importancia en las distintas localidades, mientras que los gráficos se encargaron la impresión de pasquines, afiches y demás artículos de propaganda.

Pero la acción de difusión no quedó sólo limitada a la acción de los sindicatos, también emergieron en varias localidades los “Centros Cívicos Juan Domingo Perón”, que representa el antecedente más inmediato de lo que hoy denominamos Unidad Básica.

Así también en simultáneo, comenzó la labor militante de numerosos compañeros que se acercaban a los clubes de los pueblos y ciudades a comentar entre sus pares quien era Juan Perón y por qué defendían sus propuestas. Esta labor no era tarea menor, ya que por aquel entonces la vida social giraba en torno a las actividades de los clubes sociales y asociaciones civiles, en donde era común la concurrencia de todos los vecinos que intercambiaban noticias e ideas y los cuales muchas veces carecían de otro medio de información que no fuese la palabra.

Todo esto posibilitó que en las elecciones celebradas el 24 de febrero de 1946 no sólo se obtuviese la victoria en las elecciones nacionales del General Juan Domingo Perón, sino también que se consagraran en Santa Fe la fórmula Leandro Meiners-Juan Pardal para gobernador y vice.

Así, el peronismo se instauraría como una corriente transformadora en la provincia litoraleña, sirviendo como una fuerza política defensora de la Justicia Social, la Soberanía Política y la Independencia Económica.

Fernando Righini

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