Pero no fue la única acusación, el Estado también puso énfasis en la falta de inversión por parte de las empresas, hecho que conduce a que la producción de petróleo y sus derivados se redujera, que se cerraran en los últimos 7 años aproximadamente 3.000 estaciones de servicio y se perdieran puestos de trabajo, todo en un panorama de demanda creciente y récords de ventas de autos, esta situación obliga a importar una cantidad muy importante de combustible.
Pero las tensiones entre el Estado y el mercado petrolero no es un fenómeno nuevo en la historia de nuestro país, hace no mucho tiempo, a principios del siglo XX, también un funcionario del Estado denunció prácticas de cartelización entre las empresas extranjeras petroleras. El funcionario estaba a cargo de realizar prácticas para la incipiente fuerza aérea argentina y se encontró con que las empresas no querían suministrarle combustibles, eso le llevo a pensar, “¿y si en lugar de tratarse de un simple raid de entrenamiento se debiera cumplir la orden de atacar una formación enemiga que pusiera en peligro la Capital Federal, ¿qué haríamos en tal circunstancia, en que, por la torpe actitud de un comerciante, nos veríamos impedidos de hacer levantar el vuelo a nuestras máquinas por carecer de combustibles para ello?…”
Ese funcionario era el Ingeniero Mosconi y de esa reflexión nació nada menos que YPF, la primer empresa petrolera estatal en todo el mundo excluyendo a la URSS, que integro verticalmente todo el proceso de obtención de hidrocarburos; su rol pionero sirvió de modelo para empresas similares por todo el mundo, la Pemex mexicana, YPFB (100Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos), la uruguaya ANCAP y la brasilera PETROBRAS son los ejemplos mas cercanos. Mosconi mismo, impulso la multiplicación del modelo en Latinoamérica y, anticipándose a las problemáticas actuales, decía que la ruptura de los trusts petroleros internacionales, configuraba un hecho de liberación económica de proyecciones continentales y se ocupó con sus giras, conferencias y discursos de gravitar en esa liberación latinoamericana, que en una acepción más ambiciosa denominaba independencia integral.
En la época del Ing. Mosconi, las empresas petroleras atentaban contra la capacidad de despegue de nuestros aviones militares, hoy ponen en peligro otro despegue, el de una Argentina que se industrializa, crece en actividad económica y desarrollo tecnológico. Que los argentinos vivamos cada vez mejor requiere energía.
Mosconi, dedico su libro “El petróleo argentino 1922-1930” “…a la juventud de Latinoamérica, en la esperanza de que recoja y haga germinar y florecer algunas de las ideas que este libro contiene…” ese deseo comienza a cumplirse con la iniciativa de la Presidenta Cristina Fernández.
En el sendero de la soberanía sobre nuestros recursos naturales cuenta con el apoyo de las provincias, con la recientemente creación de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (100OFEPHI), que reúne a los gobernadores de las 10 provincias productoras de hidrocarburos. Esta iniciativa es muy importante porque desde la reforma constitucional de 1994 son las provincias quienes tienen potestad de conceder o revocar concesiones de explotación.
Pero más importante aún, cuenta con el apoyo de quienes queremos ver los recursos que yacen en el subsuelo de la patria otra vez en función de la felicidad del pueblo y la grandeza de la nación.
Federico Giordano
Instituto Gestar