En el marco de la reorganización de nuestro movimiento, conversamos con dirigentes de todas las provincias para conocer su opinión sobre el contexto actual y el futuro del país. En esta ocasión nos recibió José Luis Gioja, Diputado Nacional por San Juan y Presidente del Partido Justicialista
Gestar: A un año de iniciado el gobierno de Mauricio Macri, ¿qué balance hace de la marcha del mismo?
José Luis Gioja: En primer lugar, creo que tiene legitimidad porque lo votó la gente. Generó esperanza en mucha gente que confió en el cambio. Pero hay un dicho nuestro que dice: “la única verdad es la realidad”; y la realidad es hoy que la Argentina está muchísimo peor que al 10 de diciembre del 2015, cuando ellos asumieron; que subió la deuda, el desempleo, la pobreza, la marginación, que bajó el consumo, la actividad industrial, la producción en general y que, a los únicos a los que les va bien, es a los sectores concentrados, que fueron los únicos con los que ha cumplido sus promesas electorales. Es cierto que prometió levantar el cepo, pero esa medida solo benefició a algunos. ¿A quiénes? No a la mayoría de los argentinos, que hoy están desesperados sino a un sector rico de la sociedad. También levantó las retenciones a las exportaciones, ¿pero a quién benefició? Es cierto, devaluó. A quién benefició? En todos los casos a los sectores concentrados. ¿Por qué no le puso el mismo énfasis, por ejemplo, a su promesa de campaña de sacar el impuesto a las ganancias a los que trabajan, que es un tema de discusión hoy? Porque indudablemente, parece que las mayorías no le interesan.
En materia social la política seguida por el gobierno es reactiva. Y la verdad es que, en la agenda del que gobierna, nunca se debe actuar por reacción, hay que tener una agenda y cumplirla. Si se desmadra algo, bueno, se actúa en la coyuntura. Pero creo que nunca tuvieron una agenda social y sus respuestas fueron ir apagando incendios. Ahora bien, situación económica social de la Argentina es preocupante, altamente preocupante. La deuda externa es un gran problema; este gobierno tomó en apenas un año más deuda externa de la que contrajo la última dictadura militar durante los siete años que duró Y me parece que, lamentablemente, a la gente, al argentino, no le está yendo bien. Yo creo que algunos tienen todavía esperanza, quieren ver que cambien de política. Pero, lo cierto es que esta política que endiosa el mercado, la competencia y donde el Estado solo está presente, cuando hay que apagar un incendio; a nuestro pueblo no le hace bien, por lo cual creo que, sin ninguna duda, el balance que personalmente hago, no es un balance bueno, creo que deja mucho que desear y está expresando una idea de gobierno para una minoría, es un gobierno de elite, de Ceos.
Se trata de un gobierno que, lamentablemente, pareciera que descarta la política (100que para mí, es el instrumento para solucionar los problemas que tiene la gente), es como que no la utilizan. En cambio, utilizan el marketing u otros instrumentos, pero no quieren usar la política, con mayúscula. Apelan a la politiquería, la demagogia, el apriete, la mentira. Y me parece que ese no es el camino.
G: La campaña del macrismo se basó en generar una fuerte expectativa de cambio. ¿Cree que cumplieron con la esperanza que despertaron en una parte importante de la sociedad?
JLG: Es que fue un cambio para mal. Porque al no haber mercado interno, al no haber consumo, al perderse puestos de trabajo, ¿quién sabe cuántos puestos de trabajo informales se perdieron? Sabemos los formales que se perdieron, que es alarmante, ahora, cuántos informales se perdieron? La lluvia de dólares, las inversiones, la teoría del derrame, no hay nada de eso. ¿Y quién es el más perjudicado, quién paga el costo? Lamentablemente, los sectores populares. Y en esos sectores es donde tenemos que estar presentes. Algunos dicen "el peronismo no sabe hacer oposición y conspira". Nosotros no podemos meternos abajo de la cama cuando los sectores reclaman por cosas que no tienen o cuando les están por quitar derechos. Ahí tenemos que estar. Y eso no es conspirar, es ser consecuente con nuestra doctrina, con nuestras convicciones. Y ahí tenemos que estar, donde están las necesidades. Como decía Evita, donde hay una necesidad, tiene que aparecer un derecho.
G: ¿Cómo ve al peronismo en esta instancia y qué opinión tiene sobre la unidad que las bases le reclaman a los dirigentes?
JLG: Bueno, ¿hay que decir toda la verdad, no? Al peronismo no le gusta perder elecciones. No le gusta, porque somos un Partido y un Movimiento con muchísima vocación de poder. Porque está demostrado que, además, somos mayoría en esta cuantificación política. Entonces, nos ha costado asumir que hemos perdido una elección. Y creo que, desde esa aparente retirada que hubo al principio, esa desorientación, bueno, se pudo hacer algunas cosas importantes. Creo que estructurar el Partido Justicialista y evitar una intervención judicial sobre la herramienta electoral que tiene el Justicialismo, que es el Partido Justicialista fue importante. Hubo otros acontecimientos importantes. Por ejemplo, que el Movimiento Obrero, mayoritariamente Justicialista, se haya unido. Nos pone contentos que ese movimiento obrero organizado se haya juntado con los movimientos sociales y que fruto de esa unión haya salido, por ejemplo, la ley de emergencia social, o que se esté discutiendo la baja del impuesto a las ganancias, una promesa incluida de este gobierno y de este Presidente. Y me parece que ese es el camino es la unidad, el camino es la solidaridad, el camino es la organización. Tenemos que ser capaces de generar una estructura política, que contenga a todos los que piensan similar, teniendo en claro que, en el peronismo nunca hay uniformidad.
Indudablemente que hay matices, hay diversidad, hay distintas formas de apreciar la realidad, pero, me parece que esa cosa que nos mueve cuando escuchamos la marcha peronista, cuando leemos al General, cuando leemos a Evita, tiene que hacer posible que la prudencia vuelva, que sepamos discutir, que vuelva la discusión política, debemos rescatar la discusión política, lograr acuerdos y si no hay acuerdos, bueno, hay que respetar la decisión de las mayorías, porque nunca le hemos tenido miedo a ninguna elección interna y tampoco a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias que, bueno, habrá que hacerlas. Entonces, yo creo que la tarea central como Partido, es esa, generar la estructura para que todos puedan jugar en esa estructura, puedan participar de esa estructura. Y el mejor, es el que saque más votos. Y creo que tenemos que acostumbrarnos a eso porque está claro que no hay un dedo para marcar, no hay un peronómetro para medir y tampoco hay una lapicera, que alguien firme y diga "este va a encabezar la lista, este va a ir segundo". Es preciso comprender que la elección del año que viene es una elección de distritos, es decir, cada provincia elige
y se da su estrategia y hace su frente electoral. Nosotros, nacionalmente, obviamente vamos a apoyar y a recomendar la construcción de frentes políticos, populares, nacionales, como siempre lo ha hecho el Justicialismo; pero, bueno, habrá que darse las discusiones e insisto, si no hay acuerdo, bueno, las PASO, las Primarias, son las que resolverán.
G: ¿Qué mensaje le da a los militantes en este momento crítico?
JLG: Creo que, si hay algo que ha quedado en claro, es que hay una horizontalidad para poder discutir. Y que hace falta hoy más que nunca, la organización, pero la verdad es que no hay alguien que diga, bueno, "este es el que más representa". Creo que hay distintos sectores que, bueno, tienen que lograr homogeneizar, tienen que lograr ver cómo buscamos coincidencias y no disidencias. Entonces, por lo que está viviendo el país, por los peligros que acechan al país, creo que es un momento de dar, de dar mucho. Es un momento, como lo dije antes, de ser muy prudente, de tener mucha responsabilidad, de tener mucha vocación, mucha convicción también. Y es un momento para decir a los militantes que, en los tiempos difíciles, como decía Evita, la Patria necesita de los peronistas. Porque, es como que pasa a ser una obligación ser peronista, para ser consecuente con nuestras ideas, con nuestros principios, y en la búsqueda de esa justicia social necesaria, que hoy vemos, cada día se va achicando más, de esa soberanía política con mucha participación, que vemos que hoy es cada vez más elitista. Pareciera que solamente los rubios de ojos verdes y gerentes de empresas son los que pueden tener cargos públicos. Y esa independencia económica necesaria también es motivo de lucha, porque la verdad es que, estoy convencidísimo que, el peso de la deuda que hoy se está adquiriendo el país va a marcar a muchas generaciones, no? Y los va a marcar en las decisiones soberanas que tengamos que tomar, indudablemente. Entonces, a los compañeros hay que decirles que, tenemos que tener siempre, un bastón de mariscal listo para usarlo cuando tengamos que usarlo, que tenemos que ser muy activos, que tenemos que realizarnos haciendo política, porque los hombres y las mujeres nos realizamos cuando hacemos política. Hay que señalar a los compañeros que hay adversidades pero que se superan y que, esas adversidades nos dan fortaleza porque ratifican, precisamente, nuestras convicciones. Y la realidad nos muestra que hay un camino trazado, que no tenemos que retroceder en cuanto a la conquista de derechos, a seguir conquistando derechos nuevos y a seguir logrando construir la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Patria.
G: Usted ha sido un protagonista fundamental del desarrollo de Gestar a lo largo de todos estos años y una referencia ineludible. ¿Qué opina sobre el trabajo de formación de los cuadros y de los militantes políticos.
JLG: Mire, lo he dicho muchísimas veces. Ser técnico, capaz que no es una cuestión de vocación, pero se es técnico, se es buen técnico, capaz que por vocación también. Los técnicos, cuando hacen falta, se contratan. Ahora, el militante político, el que toma la decisión en el momento justo, de las cuestiones técnicas es, precisamente, el que tiene formación política. Entonces, necesitamos muchos militantes con formación técnica. Me parece que la tarea de Gestar está en esa línea, hay que seguir haciéndolo. Y Gestar hoy puede mostrar resultados. Hay que seguir trabajando mucho para que haya muchos militantes con mucho sentido común y con mucho sentido de la técnica, porque estoy segurísimo que el Justicialismo va a volver a ser gobierno en el país, y estoy seguro que las decisiones políticas hay que tomarlas desde la política, no hay que tomarlas desde los Ceos, desde los tipos que les gusta la plata, sino desde la política, desde la vocación política, desde la militancia política, desde las convicciones políticas. Desde ahí saldrán los programas políticos que desarrollarán los gobiernos futuros que le toque al Justicialismo en el país.
G: Casi todos los bloques peronistas de la Cámara de Diputados se unieron para votar a favor de las modificaciones del impuesto a las ganancias. ¿Cree que este precedente marca el camino de la unidad?
JLG: A mí me parece que es un camino que nos pone bien a todos, a pesar de la atroz campaña mediática en contra. A pesar del apriete a Gobernadores y a compañeros que sabemos que toman posturas porque, bueno, tienen necesidades.
Nosotros tenemos que tener muy en claro, que tenemos tres objetivos centrales. El primero es ser oposición, que ese es el lugar donde nos puso la gente. El segundo es el tema de la gobernabilidad, porque gobernamos decenas de provincias y centenares de municipios, y hay que hacerlo bien. Finalmente, debemos lograr la mejor estructura política, para que todos puedan participar bajo esa estructura política partidaria, que es el Partido Justicialista. Si uno mira así, fríamente, pareciera que hay contradicción. Pero no hay contradicción. Hay que saber entender los momentos de cada uno. Y hay que saber trabajar con esas convicciones firmes para, en cada momento, actuar de acuerdo a la necesidad. Para que la organización se vaya dando, para que el ser oposición no sea estorbo ni piedras en el camino para quien gobierna sino que sea asumir la responsabilidad que tenemos para organizarnos y para dejar de ser oposición. Y los compañeros que gobiernan provincias o gobiernan estructuras de gobierno, precisamente, puedan tener elementos, los mejores elementos, para realizar bien su tarea.