17 de noviembre de 2014
Instituto Gestar

Feliz Día de la Militancia

El 17 de noviembre de 1972, tras 17 años de proscripción política, regresaba a la patria el General Perón.  De aquél hecho histórico transcurrieron ya 42 años, sin embargo esta fecha que rememora aquel acontecimiento tiene para los peronistas y para el conjunto del movimiento nacional una profunda significación actual. Veamos pues, cuál es esa significación.


Evocar el 17 de noviembre nos lleva a pensar dos conceptos centrales: retorno y militancia. Estas breves líneas se proponen desentrañar su sentido. Tras el golpe de estado de 1955 comenzó a desenvolverse el proceso de resistencia peronista. Bajo las condiciones impuestas por la contrarrevolución libertadora, el simple hecho de mencionar a Perón se convertía en un gesto de rebeldía frente al poder militar. Militancia eran todas las acciones dirigidas a cumplir con el objetivo que le devolvería a la patria aquello que el poder del dinero y de las armas le había arrancado. La resistencia política frente al régimen impuesto se proponía impedir que los usurpadores del poder pudiesen concretar su objetivo: devolver la nación a sus anteriores dueños.

Durante una década Perón construyó una patria justa, libre y soberana a partir de la vertebración del movimiento nacional en torno al movimiento obrero organizado. Para cumplir su objetivo el poder militar pretendió destruir a la columna vertebral del movimiento. No habría devolución de la nación a sus antiguos dueños sin destrucción del poder sindical. En el proceso de resistencia, militancia significaba trabajar de manera activa para sostener el poder de movilización y la organización sindical, factores que impedían la concreción de los objetivos que se habían propuesto los grupos militares ejecutores del programa oligárquico-antipopular.

A las acciones realizadas por los sindicatos se sumaron aquellas desplegadas por nuevos actores sociales. Quizá el actor que mayor nivel de relevancia adquirió fue la juventud, nucleada en torno a un número de organizaciones que articularían la Juventud Peronista. Al movimiento obrero organizado se le adhirieron los estudiantes que dejaron la comodidad de los claustros para luchar por una causa: el retorno de Perón. El retorno de Perón era precisamente el retorno de la patria justa, libre y soberana; el retorno de Perón era la concreción de la segunda y definitiva independencia; era el reencuentro del pueblo con su conductor que le daría a la patria la felicidad y la grandeza que los militares aliados de la oligarquía conservadora pretendía doblegar.

La lucha emprendida por trabajadores y juventud dio sus frutos aquel 17 de noviembre. Ese día que conmemoramos anuda a la militancia con el retorno. Sin militancia, es decir, sin entrega de las comodidades personal puesta al servicio de una causa, no hubiese sido posible el retorno de Perón a la patria. Militancia y lucha eran también palabras anudadas, de ahí aquella frase de Perón: “los pueblos que no luchan merecen la esclavitud.” Esto es, los pueblos que no trabajan por su liberación, los pueblos que no construyen la organización para generar la liberación, en suma, los pueblos que no generan una militancia política están destinados a ser sometidos.

Podemos preguntarnos si aquel 17 de noviembre fue el único retorno de Perón. Escapa a esta nota la descripción de los frustrados retornos previos del General. A modo de cierre nos queremos preguntar si es posible pensar otro retorno de Perón. Creemos que si. Efectivamente, el 25 de mayo de 2003, de la mano de Néstor Kirchner, se produce un nuevo retorno de Perón.

Para los peronistas es muy importante no dejar de pensar nunca ese retorno. No porque el retorno de Perón a través de Néstor no haya sido suficiente, sino porque muchos actúan a diario para frustrarlo. Quizá sea hora de construir un retorno definitivo de Perón, y como en estos dos retornos mencionados la militancia a través de sus organizaciones desempeña un rol fundamental. Construir la segunda y definitiva independencia significa construir el retorno definitivo de Perón. Para ello el trabajo militante debe ser arduo, formando a las nuevas generaciones para conducir la nación y construyendo una amplia organización territorial, que sea el sostén de un tercer retorno, nuestra segunda y definitiva independencia.

Feliz día de la militancia.

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