Si se analiza la Plataforma Electoral presentada por la Alianza Cambiemos para las elecciones presidenciales de 2015, encontramos que la palabra Industria solo se menciona dos veces y de una forma particular. Veamos:
“El Estado también desarrollará programas específicos sector por sector para potenciar en las cadenas de valor, las inversiones y la generación de empleo. Argentina cuenta con ventajas comparativas dinámicas y ventajas competitivas en la agroindustria, el turismo, la petroquímica y la minería, que podrán crecer y ganar en competitividad y exportaciones. Pero también tiene nichos de gran potencial y valor en la industria manufacturera y en sectores clave de la economía creativa, el desarrollo de software y tecnologías de la información y las comunicaciones y telecomunicaciones, la biotecnología, la energía nuclear y la nanotecnología.” (100fuente)
Este breve párrafo es la única referencia a un sector estratégico para la economía argentina. Se enfoca en las ventajas de la agroindustria, mientras que sobre la industria manufacturera, que es la que nos interesa analizar en este caso, solo menciona el supuesto dinamismo de algunos “nichos”. A más de dos años transcurridos de la nueva gestión gubernamental, podemos tomar una foto de la situación de la Industria Manufacturera en general para observar algunos de sus resultados en términos de crecimiento. Si bien creemos que el lector puede tener algún indicio del diagnóstico que obtendremos, es preciso realizarlo para saber dónde estamos parados y si aún hay tiempo de tener un plan estratégico para un sector que emplea a millones de trabajadores en la Argentina.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (100INDEC) publica mensualmente mediante un informe el Estimador Mensual Industrial (100EMI) que monitorea la evolución de la actividad de la Industria Manufacturera. En la siguiente tabla provista por el informe podemos observar la evolución de la actividad industrial para 2016 y 2017, tanto respecto a igual mes del año anterior como el acumulado anual respecto a igual período del año anterior:
Fuente: Informe EMI Enero 2018 – INDEC
Como se observa, la situación es crítica: si bien a partir de mayo de 2017 la Industria comienza a recuperarse, basta ver las abruptas caídas de 2016 para evidenciar que ni siquiera se recuperó la situación del año 2015. Con verificar lo ocurrido en algunos meses alcanza y sobra: entre mayo y diciembre de 2017, solo el mes de junio creció en términos reales con respecto al año anterior, ya que el 6,6% que creció la industria superó por solo dos décimas a la caída del 6,4% que había ocurrido en junio de 2016 con respecto al mismo mes de 2015. El resto de los meses son apenas “rebotes” que en ninguno de los casos alcanzan para compensar la caída del mes del año anterior. Si analizamos gráficamente la tabla podremos tener una mejor imagen del deterioro que sufrió el sector bajo las políticas económicas de Cambiemos:
Fuente: Informe EMI Enero 2018 – INDEC
Si hablamos de cantidad de trabajadores registrados activos en la industria manufacturera, la situación sigue el mismo curso que se viene apreciando en estas líneas. En el último Reporte del Trabajo Registrado publicado durante el mes de enero de 2018 (100fuente), se menciona la existencia de aproximadamente 1.190.200 trabajadores en el sector. En el siguiente gráfico, podremos verificar a qué nivel se han perdido puestos de trabajo en el sector:
Evolución del empleo registrado en la Industria Manufacturera (100en millones)
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Trabajo
*Datos aún en revisión-
Los números son determinantes: desde que asumió Mauricio Macri, el empleo industrial cayó a niveles similares a los de mediados de 2010, lo que significa una verdadera destrucción masiva de más de 60.000 puestos de trabajo. Con todos estos datos en la mano, como si fuera un partido de truco, podemos afirmar lo evidente: el Gobierno no tiene cartas “ni para mentir”. Por eso, desde GESTAR consideramos que es necesario que el Gobierno ponga la lupa en este alicaído pero siempre pujante sector, con una serie de políticas públicas que permitan revertir en términos reales el impacto negativo que sufrió la Industria Manufacturera desde que asumió Mauricio Macri. Algo es seguro: con medidas como la apertura indiscriminada de importaciones, los aumentos siderales de las tarifas de servicios públicos que se han implementado desde el Poder Ejecutivo, la industria -con las Pymes como principales víctimas- y la desinversión en sectores estratégicos que agregan valor a la cadena productiva, como la Ciencia y la Tecnología – despidos en el INTI y recortes en el CONICET – seguirán quedando relegadas en lo que debe ser la construcción de un proyecto de país que debe tener sin dudas a la lndustria Nacional como una de sus principales columnas.