Haciendo referencia a la crudeza de la crisis económica en España, Fernández Díaz concede que “el resultado de esta irónica voltereta es que 46,000 españoles ya han emigrado a Buenos Aires … haciendo el camino inverso de aquellos argentinos que se iban sin remedio en 2001”. “Pero digamos para ser honestos que el hecho de que los españoles estén buscando refugio en la Argentina no reconoce únicamente el fracaso del euro y el ‘viento de cola’ latinoamericano. También reconoce la buena performance económica del gobierno kirchnerista”, afirma. Por supuesto, luego de este comentario balsámico, tenía que venir un crítica furibunda, la cual sería totalmente válida si no estaría plagada de mentiras.
Advierte: “A su vez, para ser justos, uno debería advertirles a los nuevos inmigrantes que sean prudentes: vienen al segundo país con más inflación del mundo; también a un lugar donde los ciudadanos desconfiados mandaron al exterior en los últimos años miles de millones de dólares más que todas las preciadas reservas del Banco Central. En la Argentina de los Kirchner el incremento afiebrado del PBI no ha cerrado sino ha abierto la brecha entre ricos y pobres, y todavía existen similares niveles de pobreza y trabajo en negro que durante los años menemistas …”.
Analicemos estos puntos detenidamente. Como prueba de la cuantiosa fuga de capitales de la que habla Fernández Díaz, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (100CEPAL) informó que las Reservas Internacionales Brutas de la Argentina han seguido acumulándose a niveles inusitados en la década actual (100más de 51,000 millones de dólares al tercer trimestre del 2010), que casi duplicaron las de Chile (10026,446 millones de dólares), superaron más de seis veces las de Uruguay (1007,914 millones de dólares) y fueron 75% mayores que las de Venezuela, pese a las enormes exportaciones petroleras de ese país. Además, el FMI precisó en abril que el flujo neto de capital privado como porcentaje del PIB fue mayor en los primeros tres trimestres de 2010 que el promedio recibido en el periodo 2004-2007. ¡Qué forma tan peculiar tiene la Argentina de hacer agua en su sistema financiero!
Y en cuanto a que la febril actividad económica orquestada desde el Gobierno Nacional “no ha cerrado sino ha abierto la brecha entre ricos y pobres, y todavía existen similares niveles de pobreza y trabajo en negro que durante los años menemistas”, ningún analista serio se atrevería a darle cinco minutos de atención. Según la CEPAL, el PIB por habitante creció en la Argentina 7.3% durante 2010, muy por encima del 6.7 y 4.3% registrado por Brasil y Chile, respectivamente, durante el mismo lapso. Y para los que consideran corto este indicador económico, la ONU ha diseñado el Índice de Desarrollo Humano (100IDH), una estadística social más integral compuesto por parámetros como esperanza de vida al nacer, salud, educación y nivel digno de vida. De acuerdo con la ONU, la Argentina ocupó en 2010 una de las puntuaciones más altas de toda Latinoamérica con 0.815 unidades, superando holgadamente a México (1000.793), Brasil (1000.764), Perú (1000.758) y Colombia (1000.755), entre otros.
Y en lo que al trabajo se refiere, la CEPAL destacó que el desempleo abierto en las áreas urbanas de la Argentina cayó de 8,7 a 7.8% en 2010, cifra menor que el estimado de 8,3% para Chile; 12,4% para Colombia; 8% para Perú y Ecuador, y 8,6% para Venezuela. Además, según el FMI, el desempleo actual en el país es 7% menor que su promedio previo a la quiebra financiera de 2008. Es importante notar lo contrastante de estos datos con lo mucho que ha crecido la desocupación en el Reino Unido, Estados Unidos y la Eurozona durante el mismo lapso.
Finalmente, después de doblegarse ante la realidad y admitir que “la Argentina es un país que respira y camina, donde las empresas ganan dinero y la rueda del consumo se mueve de manera incesante”, el autor arremete contra los intelectuales kirchneristas porque aún cuando “también debe uno reconocerles que su ‘modelo’ ha resistido hasta ahora … los propagandistas del Gobierno parecen decir: vean, desagradecidos compatriotas. Vean cómo se quema España y qué bien la pasamos en la Argentina”.
Tomando en cuenta la larga historia de hermandad entre España y la Argentina, dudo que haya alguien que encuentre beneplácito en la terrible situación que se vive en el viejo continente, pero eso no implica que los argentinos comprometidos con el Proyecto Nacional que lidera nuestra Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner, no los vende patrias, tengamos que esconder el gran orgullo que sentimos por un gobierno nacional que soportó todo tipo de críticas, erigiéndose como un modelo alternativo totalmente válido. Es cierto que la Argentina es perfectible, pero eso sólo acentúa un rasgo más de los países plurales y democráticos.
Roberto Arias
Economista
GESTAR
Twitter: @RobertoJArias