Cristina Kirchner, demostró una vez más que un Estado presente es la mejor respuesta. Estas medidas anunciadas de la seguridad social, que intentarán paliar tanta pérdida, impactarán directamente en el bolsillo de los damnificados: jubilaciones mínimas, de pensiones no contributivas, de asignaciones universales por hijo y por embarazo y de asignaciones familiares, alcanzando a 153.000 personas y un monto estimado de inversión estatal de casi 400 millones de pesos. A su vez ya se han destinado 1.400 millones de pesos para créditos por refacción de viviendas mediante PROCREAR y $600 millones para créditos para jubilados y pensionados que compren distintos bienes, con el programa ARGENTA. Seguramente estas decisiones no serán suficientes para resolver tanta pérdida, pero brindarán el acompañamiento necesario para emprender el doloroso proceso de volver a empezar.
Una vez más es de resaltar el protagonismo que tuvo esta juventud maravillosa, quien se sintió convocada por el llamado popular a la solidaridad, quien se organizó para dar respuesta a las necesidades más urgentes. Hoy no nos sorprende este hecho, pero me pregunto quien hubiese imaginado tremenda respuesta hace algunos años. Lo que pudimos ver es la expresión de una comunidad organizada, resultado de una apuesta política que ya Néstor nos anticipaba «cuando la polea de la juventud se pone en marcha, el cambio es inevitable».
Hoy estos jóvenes son sujetos políticos, trabajan todo el año en pos de informar y difundir políticas públicas, facilitar el acceso a programas sociales, mejorar un poco la calidad de vida de muchísimos argentinos, están conectados, comunicados, unidos. No los convoca un hecho puntual, de algunos días, los convoca la convicción de que «Patria es el prójimo». Por eso no nos sorprende la rapidez de la respuesta, ya al día siguiente en que se conoció esta tragedia iniciaron campañas en todos los barrios para juntar ropa, lavandina, leche en polvo, colchones, frazadas.
Perón, en «Mensaje a los Jóvenes Argentinos del año 2000» expresa «La humanidad debe comprender que hay que formar una juventud inspirada en otros sentimientos, que sea capaz de realizar lo que nosotros no hemos sido capaces». Que orgulloso estaría ese «flaco desgarbado» que apostó a todos estos jóvenes que hoy ponen el hombro, con felicidad, con utopías y valores que el agua no logró arrancar. Es así como patria se nos vuelve verbo, «peronismo en acción», y abandona su singularidad para dar lugar al héroe colectivo. Sigamos confiando, porque la esperanza es inmortal, «El mejor lugar para los jóvenes sigue siendo la política».
Perla Torales
@perlatorales
