Nacionalización del Banco Central de la República Argentina y Primer Plan Quinquenal de por medio, herramientas claves para la concreción de obras de infraestructura con sentido nacional y popular en ese primer gobierno de Juan Domingo Perón, se estableció un ambicioso plan de viviendas a través de la construcción directa y de programas de créditos, a fin de dar respuesta a una demanda creciente de sectores populares que poblaron los centros urbanos en busca de empleo, en un país que apostó por el crecimiento económico con base en la industria nacional.
Además de la acción directa del Estado en la construcción de viviendas populares, dos instituciones emblemáticas de la época operativizaron la medida a través de otorgamiento de créditos. En primer lugar, el Banco Hipotecario Nacional, quien debió en ese momento ajustar sus operaciones crediticias a fin de favorecer a los principales destinatarios de la política pública accionada por el gobierno nacional: sectores sociales con menor capacidad adquisitiva, con preferencia a los jefes de familia, obreros o trabajadores de clase media. El otro organismo involucrado en el otorgamiento de préstamos, excediendo lo que podría entenderse como su “misión” específica, fue el Instituto Nacional de Previsión Social, organismo creado a fines de 1944 por el entonces Secretario de Trabajo y Previsión, coronel Juan Domingo Perón, y antecedente de la actual ANSES.
Hoy, más de 50 años después de la concreción de esas obras que otorgaron dignidad a los sectores más postergados de nuestra patria, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la creación y puesta en marcha del Programa Pro.Cre.Ar.
Más allá de la intervención del Banco Hipotecario que está directamente relacionada con su misión y función específica, interesa en especial analizar el por qué de la intervención del Instituto Nacional de Previsión Social y su correlato histórico en la ANSES en estos programas de crédito hipotecario. El financiamiento de los préstamos a través de estas instituciones guarda relación, sin duda, con la atención que el peronismo presta a las reivindicaciones sociales en la búsqueda incesante de la justicia social. En este sentido, seguridad social para el justicialismo es más que la prestación de jubilaciones, pensiones y seguros sociales.
Néstor Kirchner interpretó esta consigna cuando puso fin a los negocios especulativos y financieros de las AFJP y recuperó los fondos de jubilaciones y pensiones para el Estado Nacional, poniendo el sistema de seguridad social al servicio de la justicia social. A partir de allí nos invitó a repensar el concepto de Seguridad Social para que deje de ser un concepto abstracto y marginal.
La ANSES adquirió entonces un rol protagónico en la refundación del sistema de seguridad social, cambiando la lógica neoliberal que lo sostenía en un papel meramente burocrático de administración del sistema previsional, y pasó a ser un organismo activo en la promoción de derechos, entendiendo y defendiendo todos los días que Seguridad Social, desde su definición, incluye, además del aseguramiento de un seguro social por desocupación, muerte o vejez, el derecho de toda persona a gozar de un nivel de vida suficiente que permita asegurar la salud, su bienestar y el de su familia, entendiendo que para ello debe asegurar la alimentación, la vestimenta, la vivienda, etc. En este contexto se inscribe la participación de la ANSES, a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, en el programa de créditos hipotecarios anunciado recientemente por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El Pro.Cre.Ar guarda, en un camino de ejecución de políticas públicas expansivas y contracíclicas que desafían el actual movimiento generalizado de retracción y decaimiento de la economía en los países centrales, una continuidad ideológica y pragmática con aquellas medidas del primer peronismo porque reconoce y atiende, desde esa capacidad intrínseca al ejercicio del poder en el Estado, que es la iniciativa política, la cuestión social más relevante del momento: el acceso al crédito hipotecario para sectores populares que habiendo mejorado su capacidad adquisitiva quieren y pueden cumplir el sueño de tener su casa propia.
Maira Bernis
