2 de noviembre de 2018
Instituto Gestar

PRESUPUESTO 2019: AJUSTAR, AJUSTAR Y AJUSTAR

Durante el último mes, la discusión en
torno al proyecto de ley del Presupuesto 2019 fue uno de los temas de mayor
relevancia en materia económica, luego del reacomodamiento del Gabinete de
Macri y del acuerdo –y renegociación- con el Fondo Monetario Internacional.

 

¿Qué es el
Presupuesto?

El Presupuesto, sancionado anualmente, es
una estimación de los recursos y una autorización de los gastos previstos.

Dado que los ingresos se encuentran establecidos
mediante otras leyes (100como por ejemplo la de los impuestos), es importante ver,
principalmente, cómo se va a distribuir el gasto, y analizar las prioridades de políticas públicas y el Plan de Gobierno
para un determinado periodo
.

 

El Presupuesto 2019, algunos datos para pensar.

Las prioridades en materia de política pública para
2019 contenidas en el presupuesto elaborado por el Poder Ejecutivo indican como
elemento central “el plan de ajuste para
converger hacia el equilibrio fiscal”
, lo que significa alcanzar un déficit
primario igual a cero, compromiso asumido ante el Fondo Monetario Internacional
como condición para acceder al préstamo de USD 57.100 millones.

 Para alcanzar tal objetivo, el
Presupuesto estima que los ingresos totales en 2019 se incrementen en un 41,8%,
empujados por
el aumento en los derechos de exportación, tributo
exclusivo para la Nación al no formar parte de la coparticipación. Por el
contrario, se prevé que el gasto primario
(100antes del pago de intereses) del sector público crecerá solo un 27,4%, por
debajo de la inflación promedio proyectada para el próximo año (100del 34,8%), lo
que implica una caída en términos reales.

 Para contener el gasto, se prevé un fuerte ajuste en la inversión
pública
(100un 7,2% menos
que en 2018)
, con
la apuesta del Gobierno Nacional de que una parte importante de la obras de
infraestructura sea realizada bajo el régimen de participación público-privada,
modalidad que hasta el momento no ha logrado despegar. Asimismo, propone una fuerte reducción de las transferencias
a las provincias
(100-17,5%), así como el
gasto en subsidios (100-6,9%)
, lo que incluye el traspaso de las
responsabilidades de los subsidios al transporte y la tarifa social eléctrica, a
las provincias.

Por el contrario, el Gobierno propone destinar al pago de servicios de
deuda un 49% más que en 2018
, lo que equivale prácticamente a $600.000
millones, siendo el componente que más aumenta de todo el presupuesto. No
obstante, debe considerarse que este
cálculo se encuentra realizado con un dólar de $40
en promedio para 2019,
cuestión que, dada la volatilidad del tipo de cambio a lo largo del 2018, deja
abierto un fuerte interrogante sobre cuánto pesos deberá destinar el país solamente
para este ítem.

De esta manera, los servicios de deuda pasan a representar el segundo componente dentro
del destino de los fondos públicos
– solo por detrás de las
prestaciones sociales mayoritariamente atadas a la ley de movilidad – alcanzando el 15% del gasto total, mientras que en 2015
significaban el 7,7% del total.

 

Para entender la
magnitud del asunto

En otras palabras, lo anterior significa
que los fondos destinados al pago de intereses de deuda son: cuatro veces más
grandes que presupuesto nacional en salud, que asciende a los $149.000 millones
para 2019 (100aumenta 29% con respecto a este año); dos veces y media el monto
destinado a educación y cultura que suma $229.000 millones (100+21,3%); y trece
veces los $46.000 millones destinado a ciencia y tecnología (100+27,7%).

 

¿Hacia un equilibrio
fiscal?

Si bien el proyecto de presupuesto prevé
un déficit primario igual a cero para el año próximo, al contabilizar los
intereses de deuda el déficit financiero se proyecta en un 3,2% del PBI. Esto revela
que los esfuerzos del Gobierno por achicar el gasto en pos de alcanzar el
equilibrio primario se contradicen con el creciente peso que alcanzan los
intereses de deuda en términos del PBI, que pasan del 2,2% del PBI en 2017 al
2,9% y 3,2% para 2018 y 2019 respectivamente.

Por último, las previsiones del FMI indican que la deuda pública alcanzará el 81%
del PBI a fin de 2018, mientras que a principios de año esa relación alcanzaba
el 57%.
De este modo, se desprende a futuro la difícil sostenibilidad del
actual esquema de política económica, la que de buscar
endeudarse para no ajustar”, tendrá que ajustar cada vez más para
pagar la deuda.

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