8 de mayo de 2016
Instituto Gestar

UN PARTIDO CON HISTORIA Y CON MUCHO FUTURO

por Eduardo Fellner 

En el peronismo sabemos de qué se trata el federalismo porque estamos en cada rincón de la patria, al lado de cada compatriota que tiene sueños, ganas de salir adelante y voluntad de transformación. 

El Partido Justicialista trabaja en todas las regiones de nuestro país, con la fuerza de nuestras convicciones. 

En estos años volvimos a tener un Estado presente, con desendeudamiento, federalismo, aumento de la inversión en educación, ciencia y tecnología, creación de millones de puestos de trabajo, retorno del sistema solidario de jubilaciones y pensiones, entre tantas otras cosas que sería imposible enumerar.

Esto permitió que en la Argentina volvieran a flamear nuestras banderas históricas de justicia social, independencia económica y soberanía política.

Como el general Perón pregonaba siempre, tenemos que continuar trabajando para gobernar justicialistamente, algo que hicieron Néstor y Cristina en beneficio del pueblo, de la política y de las instituciones.

Para que podamos dimensionar todo esto, lo que les puedo traer desde el noroeste de nuestro país, en particular de Jujuy, es el ejemplo de una provincia que en un pasado reciente estaba condenada a profundas desigualdades, de esas que duelen en el alma.

Solamente con el retorno de gobiernos que pensaron desde el pueblo y para el pueblo, y tomaron decisiones con el objetivo de restañar esas injusticias, hoy Jujuy es una provincia con crecimiento.

Lo que pasó en mi provincia es un ejemplo de lo que sucede a nivel nacional. Las familias pueden mandar los chicos al colegio gracias a la creación de empleo y la existencia de la Asignación Universal por Hijo, se están construyendo casas con fomento estatal, entre tantos otros logros. Para que todo eso siga pasando, es importante que sigamos profundizando nuestro trabajo y nuestro compromiso. 

Todos estos años de logros y transformaciones nos han puesto nuevos desafíos y objetivos por delante. Es nuestro deber como peronistas no dudar en tomar nota de estas nuevas demandas sociales. Hoy tenemos una nueva agenda para el futuro, de la cual nos debemos ocupar. 

Por ello se torna central que sigamos poniendo en marcha la fuerza transformadora del justicialismo, con el foco puesto en recoger la máxima que pronunció Cristina cuando asumió su primer mandato: “Siempre vamos a estar lejos de la victoria definitiva mientras haya un pobre en la patria”. 

Que nunca llegue el día en que, como militantes políticos y peronistas, no tengamos energía, capacidad, formación, entrega y responsabilidad para estar al lado de nuestros hermanos en dificultades. 

Quienes tenemos un fuerte compromiso con el futuro de nuestro país, de nuestras provincias y municipios, sabemos que debemos trabajar por el futuro, avanzando todos los días para esta nueva etapa de desarrollo.
 
Tenemos el partido, la potencia y las ganas de seguir transformando. Nuestro mensaje es el futuro; sabemos lo que hicimos pero sabemos mucho más lo que falta. El desarrollo es nuestra meta y nuestra obsesión. La equidad territorial es nuestro sueño, principalmente para los que venimos desde los rincones más lejanos de la patria.

Es una enorme alegría ver que estos doce años de realizaciones van a tener una continuidad muy clara con el compañero Daniel Scioli. 

Tenemos que seguir formando a nuestros cuadros, con una agenda de cara al futuro, elaborando las mejores propuestas para que no retrocedamos en nuestras conquistas y vayamos por muchas más. 

Somos la única fuerza política capaz de garantizarle todo esto a nuestro pueblo. No hablamos con oportunismo, nos la jugamos en serio. No queremos una Argentina para pocos. Vamos a dar todas las batallas que tengamos que dar y lo vamos a hacer desde un partido fuerte.

El principal desafío que nos espera consiste en conservar lo hecho bien, evitar que vengan a atropellar las conquistas obtenidas por la sociedad argentina y continuar por el camino profundizando el proceso de industrialización, de generación de empleo, de mejor distribución de la riqueza y de mayor inclusión de todos los hermanos argentinos.

Quién puede dudar que en los últimos años hemos recuperado para la sociedad el valor de la persona humana restaurando la cultura del trabajo a través de la generación de empleo; quién puede dudar que hemos priorizado la educación como promotora de ciudadanos con pensamiento crítico; quién puede dudar que hemos priorizado el desarrollo de la industria nacional como motor del crecimiento económico; quién puede dudar del esfuerzo realizado por el Estado Nacional y las queridas provincias argentinas para recrear una infraestructura acorde a las necesidades de las comunidades de cada rincón de la patria a través de la obra pública; quién puede cuestionar a un Estado que incorporó a millones de jubilados que no pudieron hacer sus aportes, entre tantas obras concretas realizadas por el peronismo.

Perón decía: “No es suficiente conocer la doctrina, lo fundamental es sentirla, y lo más importante es amarla”. Por eso, sigamos poniéndole el corazón a cada una de las cosas que llevamos adelante. Eso es mística, eso es compromiso.

Pero, a pesar de tantos logros y realizaciones, no es suficiente ser o decir que somos peronistas sino que es preciso salir a militar, para concientizar a nuestra gente que hemos trabajado y que seguiremos haciéndolo para garantizar la felicidad de nuestro pueblo.

Nosotros, los peronistas, no perdemos nuestra identidad ideológica, no cambiamos los discursos, somos siempre lo mismo, siempre pensamos en los que nos necesitan y en una sociedad más justa. No nos ponemos colorados de vergüenza porque desde los tiempos de Perón y Eva, pasando por los de Néstor y Cristina, siempre dijimos nuestra verdad y peleamos consecuentemente por ella. Nosotros no cambiamos de color, ni de ideas, no necesitamos pintarnos de amarillo porque nuestro color es el celeste y blanco de nuestra bandera.

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